Los permisos de conducir, en la cifra más alta en 7 años

I. Ballestero
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Las campañas intensivas para aligerar la lista de espera tras el conflicto de los examinadores devuelven a la provincia al entorno de los 5.500 carnés tipo B

Los permisos de conducir, en la cifra más alta en 7 años - Foto: Alejandro Serrano

Después de suspender cientos de pruebas teóricas y de dejar de realizar más de 3.000 exámenes prácticos por el conflicto laboral que mantuvo en un paro indefinido a los examinadores de tráfico para reivindicar mejoras laborales ante la Dirección General de Tráfico (DGT), la provincia volvió a situarse en el entorno de los 5.500 permisos de conducir tipo B el año pasado, alcanzando incluso la cifra más alta de expedición de estos carnés de los últimos siete años. Atrás queda la sombra de una huelga indefinida que durante más de medio año atenazó la actividad de las autoescuelas, y en el horizonte de las mismas se abre una puerta al optimismo con la llegada de tres nuevos examinadores al territorio, que de mantener las plazas cuya posesión han tomado estos días deberían elevar el número de exámenes a realizar en una provincia que mantiene «alta» la demanda.

Así lo reconoció a este diario el responsable provincial de la patronal de autoescuelas, Justo Ruiz de la Hermosa, que atribuyó el repunte en la estadística de la DGT sobre la expedición de permisos de conducir de tipo B a aquella travesía por el desierto que supuso el año 2017, entre los meses de junio y diciembre, con la huelga de examinadores. «No hay que olvidar que estuvimos medio año sin poder examinar con un ritmo normal», explicó Ruiz de la Hermosa, «y el repunte del año pasado se debe en parte a la recuperación del ritmo normal de pruebas». Las cifras, consultadas por este diario, sitúan en 5.479 el número de permisos tipo B expedidos a lo largo del año pasado, prácticamente un 40 por ciento más que los 3.951 que se expidieron en el año 2017, un año cuya evolución se vio afectada por el paro indefinido de los examinadores. Volver al entorno de los 5.500 carnés de tipo B expedidos supone para la provincia recuperar la media de los últimos años, y hacerlo además con la cifra más elevada de permisos desde el año 2011, cuando superaron por última vez la barrera de los 6.000, un reto al que el territorio se enfrenta este año si se confirma la permanencia de los tres nuevos examinadores que han recalado en Ciudad Real tras la última adjudicación de plazas por parte de la Dirección General de Tráfico.

«El repunte es una realidad muy vinculada a la situación que tuvimos que afrontar en el año 2017», recordó el responsable de la patronal de las autoescuelas en la provincia, «pero no debemos olvidar que estamos aún en una situación muy precaria, porque Ciudad Real, que tiene asignados diez examinadores de tráfico, hace mucho tiempo que sólo tiene cubierto el 50 por ciento de ese cupo, y eso claro que nos afecta». Por ese motivo, la anunciada llegada de tres examinadores, confirmada por este diario bajo estas mismas líneas, es para las autoescuelas «un caramelo muy apetecible», porque aunque no sitúa a Ciudad Real en el cupo de profesionales que tiene asignado para poder desempeñarse al cien por cien «sí que supone un respiro para dar cabida a la demanda, para que las autoescuelas podamos aumentar el ritmo de alumnos que se examinan para los permisos de conducir».

más demanda. El incremento del número de permisos de tipo B expedidos por la Dirección General de Tráfico a lo largo del año pasado se vio acompañado por un repunte en la demanda de matrícula en las autoescuelas de la provincia de Ciudad Real, según reconoció Justo Ruiz de la Hermosa.

«Las prioridades de los jóvenes han cambiado», aseguró el responsable de la patronal de las autoescuelas provinciales, «antes cuando los jóvenes cumplían 18 años su prioridad era sacarse el carné de conducir, pero eso ahora no se da en la misma medida por las posibilidades de transporte que existen», un hecho que no ha evitado que en 2018 «hayamos detectado un repunte en las matriculaciones en las autoescuelas». Por eso, aumentar el número de examinadores «nos ayudará a atender la mayor demanda».