Récord en la producción fotovoltaica en crisis de precios

Hilario L. Muñoz
-

La conexión de parques y la proyección del autoconsumo señalan «un futuro inmenso» para este tipo de energía

Un parque de energía fotovoltaica en un municipio de la provincia. - Foto: Rueda Villaverde

El futuro de la energía es solar y los datos cada vez demuestran esta visión de un mundo en el que la energía limpia sea la nota. Ciudad Real este año ha logrado, ya que más del 40 por ciento de su producción sea de tipo fotovoltaico, más de 160.000 de los cerca de 400.000 megavatios por hora que se producen en la provincia, durante los meses de verano, cuando hace dos años la cifra no superaba ni el 20 por ciento. Comparando el mes de agosto, el que más horas de sol tiene, solo en los últimos cuatro años se ha pasado de 33.737,44 megavatios de 2018 a 169.864,96 de este. Se trata de la cifra más alta producida hasta ahora y se produjo en plena escalada de precios de la luz y del aumento de precios de combustibles fósiles.

«En el momento en que se vayan enganchando los nuevos parques la producción va a ir incrementándose», explicó el delegado de la Asociación nacional de productores de energía fotovoltaica (Anpier) en Castilla-La Mancha, Francisco Pérez, quien recordó que hay mucha potencia «pendiente de construirse y de conectarse a la red».

De hecho, Anpier recuerda que Castilla-La Mancha es «una comunidad excedentaria en generación». «Somos exportadores de energía y producimos más de la que consumimos». Por ejemplo, en Ciudad Real, el consumo medio se sitúa por debajo de los 200.000 megavatios hora, por lo que solo la producción fotovoltaica está a punto de servir para abastecer a toda la provincia. «Estamos en una zona y en una comunidad en la que tenemos todo a favor» de cara a lograr esa exportación, tanto por las horas de sol como por el territorio. De hecho, Castilla-La Mancha y Extremadura son dos regiones donde se están planteando grandes promociones y grandes desarrollos.

Además, hay un aspecto añadido a este crecimiento y es el autoconsumo, que debe servir tanto para el ahorro de las familias como para la venta en red de la electricidad, recordó Pérez, quien señaló que hay una serie de figuras jurídicas, en el llamado autoconsumo compartido. «Tiene un futuro inmenso y lo vamos a ir viendo a pasos agigantados», dijo Pérez.

Para la organización hay dos aspectos claves en este futuro de la energía solar. Por una parte, la fotovoltaica es clave para frenar el cambio climático, ante la necesidad de electrificar los consumos y que vengan de fuentes renovables.  Por otro lado, acelerar la transición energética tiene el peligro de que «sea renovable pero no social». En este sentido, Anpier recuerda que «los parques de gran tamaño son menos eficientes, dado que han de transportar la producción, con sus correspondientes pérdidas y costes», mientras que con las pequeñas plantas, de hasta 3 megavatios, «se reduce enormemente, puesto que su producción se absorbe en proximidad, beneficiándose el consumidor de esta mayor eficiencia». La idea, apunta, es combinar el modelo actual de «grandes» áreas con la distribución de plantas.