Un 7 de octubre de 2010 el árbitro ciudadrealeño Emilio Pérez Pizarro coincidió en la pista del Palau Sant Jordi de Barcelona con Kobe Bryant. Fue con motivo de un amistoso de exhibición entre el Barça y Los Ángeles Lakers, que precisamente se adjudicaron los azulgrana por 92-88, con 15 puntos del malogrado jugador estadounidense. El manchego formó parte del trío arbitral de aquel choque junto a los estadounidenses Davis y Phillips, y recuerda perfectamente una anécdota de aquel duelo. «Tuve el privilegio de trabajar con él dentro de una pista en aquel partido y lo recordaré siempre. Yo era muy joven y él ya era una estrella consagrada de la NBA. Le sancioné una falta y él no estuvo de acuerdo». En una presión sobre Juan Carlos Navarro, el manchego pitó falta de Bryant y la estrella estadounidense llegó a ponerse de rodillas, apuntando al colegiado español con el dedo. «No pasó nada. Después me cogió por el hombro y se puso a hablar conmigo en un perfecto español. Me explicó que no había sido falta y abrimos entonces un pequeño debate porque los criterios arbitrales de allí y de Europa eran distintos. Yo le dije que podía estar equivocado, pero que creía que era falta. Y me contestó con una respuesta propia de un genio, diciéndome que él también se equivocaba mucho. En estos detalles se puede ver su grandeza humana».

Pérez Pizarro se enteró a última hora del domingo del fallecimiento de Bryant y su primera reacción fue de «incredulidad y sorpresa. Cuando pude contrastarlo, me invadió un sentimiento de pena tremendo. Nadie espera que una persona así tenga este final tan trágico. Es una desgracia tremenda». 

Para el árbitro ciudadrealeño, que este domingo dirigió el Baskonia-Andorra de la decimonovena jornada de la Liga Endesa, Kobe Bryant «lo fue todo en el mundo del baloncesto. Fue un referente y ahora es una leyenda porque lo que él ha conseguido está al alcance de muy pocos. Era un genio dentro de las pistas, pero fuera aún más. Es una figura irrepetible por muchísimos motivos. Es una pérdida irreparable y terrible».