Castilla-La Mancha modera su crecimiento

C.S.Rubio
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La comunidad cerró el año con un crecimiento del PIB 2,1%, cifra que se podría repetir en 2019 y que se queda ligeramente por debajo de la media. El incremento de las compras al exterior, de un 8,5%, está detrás de este estancamiento,

Castilla-La Mancha modera su crecimiento

La economía de Castilla-La Mancha cierra 2018 creciendo un 2,1 por ciento, cuatro décimas menos que la media nacional y también cuatro décimas menos de lo que creció el PIB regional en 2017. Un ‘parón’ que se confirma de cara al año que viene, donde no se espera que la comunidad  supere tampoco  este 2,1 por ciento.  

Esta es una de las principales conclusiones del último Termómetro Económico de Castilla-La Mancha elaborado por la UCLM en colaboración con la Fundación Eurocaja Rural. Donde también se avanza las posibles causas de este  estancamiento, que habría que buscarlas en los desajustes de la balanza comercial. Es decir, la región compra fuera más de lo que vende al exterior y «esto está tirando del crecimiento de la economía», explica el profesor Mario Donate.

Las cifras hablan por sí solas. Si bien las exportaciones crecieron en 2018 un 3,2 por ciento, alcanzando  la «cifra récord» de 7.296 millones vendidos al exterior, las importaciones lo hicieron en un 8,5%, dejando el tasa de cobertura regional (porcentaje de las importaciones  que se cubren mediante exportaciones) en un 72,8 por ciento, frente al 88 por ciento de la media estatal.

No obstante, desde este Termómetro no se pretende ‘satanizar’ las importaciones, ya que los mayores incrementos se dan en el ámbito de los bienes de equipo, que se traducen en mucho de los casos en las inversiones tecnológicas hechas por las empresas de la región en el último año. Lo que sí se plantea es seguir apostando por la internacionalización,  «uno de los valores de futuro que tiene la economía castellano-manchega», a juicio de Donate.

 

Confianza empresarial, a la baja.

Este Termómetro Económico también detecta un ligero descenso de la de confianza empresarial al cierre de 2018. Desde la UCLM se apunta a la incertidumbre política como una de las causas de esta caída. En concreto, el índice de confianza empresarial cayó casi un 2 por ciento en el último trimestre del año, frente al 1,7 por ciento de el promedio nacional.

Por su parte, el gerente de la Fundación Eurocaja Rural, Vicente Muñoz, insiste en que, «aunque crecemos menos que el resto de España y menos de lo que hacíamos el año pasado, seguimos creciendo y con una inflación contenida».

Una visión positiva de la economía autonómica que también traslada al ámbito del mercado de trabajo. Y es que, si bien «tenemos más desempleo que el resto de España, nuestra tasa de paro está disminuyendo a mayor velocidad que el resto de España, lo que es una buena noticia porque estamos empezando a converger».