En 2018, en la provincia de Ciudad Real, se contrató mucho más que en la última década, y también se contrató un poco mejor. Al menos, en términos de empleo fijo, que repuntó levemente para superar la frontera del 5 por ciento por primera vez desde el año 2012. De hecho, la tasa de empleo indefinido en la provincia, el 5,85 por ciento del total de contrataciones, es la más alta en el territorio desde antes de la crisis, el año 2008, cuando alcanzó el 7,18 por ciento. Todo, dentro de unas cifras absolutas que evidencian dos tendencias conocidas en el mercado laboral: la primera, que los hombres firman muchos más contratos que las mujeres pese a que la diferencia se haya estrechado ligeramente en el último año; y la segunda, que aquellos que se acaban de quedar en paro tienen muchas más posibilidades de acceder a un contrato de trabajo que los desempleados de larga duración.
Por partes. Primero, las cifras generales. Según el Informe del Mercado de Trabajo de la provincia, el año pasado se firmaron en Ciudad Real 228.914 contratos de trabajo, lo que supone un incremento del 6,36 por ciento con respecto a 2017 y lo que sitúa al pasado ejercicio como el nuevo récord de contratación de la última década, el listón a batir en este 2019. Además, fue el mejor año desde la crisis en cuanto a personas contratadas, por aquello que de muchas de las rúbricas son la misma a lo largo del año: hasta 96.732 personas firmaron un contrato de trabajo el año pasado, la cifra más alta desde el año 2008, cuando se superaron las 97.000 por última vez.
Es en el detalle donde las cifras de contratación de la provincia el año pasado palidecen. Sobre todo, por la endémica temporalidad a la que parecen condenadas en un territorio que no sólo tiene al campo y al sector servicios (comercio y hostelería) como sus principales nichos de empleo, sino que sitúa al campo y al sector servicios (comercio y hostelería) como las actividades con mayor proyección en la contratación en el futuro más próximo. Pocos cambios. Así, sólo 13.397 de los más de 228.000 contratos firmados a lo largo del año pasado fueron de carácter indefinido, y el resto, más de 215.000 fueron temporales. No sólo eso, es que seis de cada diez contratos del total fueron por obra y servicio, es decir, aquellos ligados a los picos de actividad en los diferentes sectores productivos. La progresión, sin embargo, es positiva, y aunque cueste escalar décima a décima la provincia de Ciudad Real suma tres años consecutivos al alza en la contratación indefinida, que tocó fondo en el año 2015, cuando sólo el 4,16 por ciento de los contratos fueron fijos.
larga duración. El análisis realizado por el Ministerio de Trabajo revela también que es en los primeros tres meses como demandante de empleo cuando más posibilidades hay de firmar un contrato de trabajo, porque a partir de esa fecha y sobre todo en el considerado como paro de larga duración, las opciones se estancan. Y lo es, además, tanto para hombres como para mujeres. De hecho, en 2018 hubo 16.393 contratos firmados por hombres que llevaban menos de un mes inscritos como demandantes de empleo en el Sepe, y 10.552 firmados por mujeres en la misma situación. Cuando la horquilla se amplía a los tres meses, la cifra crece hasta los 28.211 contratos en hombres y las 17.416 contrataciones en mujeres, pero a partir de ese periodo la cifra baja. Toca fondo en ambos casos cuando los parados y paradas llevan más de un año inscritos en las oficinas de empleo: 1.682 contratos en hombres que llevan entre uno y dos años en paro y 2.547 en mujeres. Y 1.284 contratos en hombres que llevan más de dos años en paro y 2.491 en mujeres. Es curiosamente en el paro de larga duración donde la firma de contratos es mayor en las mujeres.