El pasado 22 de julio, la Policía Local de Ciudad Real informó a través de su cuenta oficial de Twitter del rescate de dos crías de cernícalo que habían sido trasladadas al centro de recuperación de fauna de El Chaparrillo para su rehabilitación, dado que se trata de una especie protegida. No obstante, no fueron las únicas crías que han llegado en lo que va de verano a dicho centro propiedad de la Junta de Comunidades, que ha recibido ya «más de 50 ingresos» como consecuencia de las altas temperaturas que se están registrando estos meses.

En concreto, se trata de ejemplares de cernícalo primilla que se suelen criar en tejados de edificios o de iglesias y que pasan tradicionalmente la primavera y el verano en muchos pueblos de la provincia, incluso en la capital, en El Prado, para emigrar de nuevo a finales de agosto. Sin embargo, las olas de calor que se han registrado hace que se caigan o se tiren de los nidos y de ahí que en ocasiones sean encontrados, por lo que son trasladados a dicho centro de recuperación.

«Normalmente llegan bastante deshidratados y aquí lo primero que hacemos es estabilizarles, se les pone suero y se les tiene un par de días en estabilización y luego empiezan ya a mejorar, los tenemos en instalaciones pequeñas en una UCI y después pasan a voladero con otros ejemplares», explicaron desde dicho centro de recuperación de la fauna para detallar a renglón seguido que cuentan con una línea de colaboración con parques nacionales, con un primillar en Daimiel y otro en Cabañeros, para su presuelta en una zona idónea para su integración de nuevo en el medio natural. Es una especie protegida, que está calificada como vulnerable (un escalón menos que el de peligro de extinción) y tiene una plan específico de recuperación en la región, razón por la que se desarrollan actuaciones de campo para favorecer el mantenimiento de las poblaciones de estas aves, que son una especie de «pequeño halcón» que puede verse en muchos municipios. El número de ejemplares que entraron en 2018 en este centro se situó en unos 30, al ser un verano con temperaturas más suaves, y en 2017, unos 70.