Logra la condena de dos hombres por robar un galgo

Pilar Muñoz
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El juez de Penal 3 de Ciudad Real juzga probado que forzaron la puerta de una finca y se llevaron un perro siendo perseguido por el dueño tras saltar la alarma instalada para prevenir estos robos.

Un galgo. - Foto: Pablo Lorente

El robo de galgos en fincas de la provincia de Ciudad Real trae de cabeza a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y también a los dueños de explotaciones agrarias. Uno de ellos decidió instalar un sistema de alarma en su propiedad ubicada en el término de La Solana y también colocó un microchip a sus perros tras haber sufrido varios robos. Por ello, el 15 de julio de 2015 cuando saltó la alarma el padre del dueño de la finca sorprendió a dos hombres cuando se llevaban un galgo en una furgoneta. El hombre salió tras ellos en su coche y sufrió varias contusiones al cerrarle el paso y casi sacarle de la carretera.

Tres años y medio después, los acusados Ricardo R. S. y Juan Francisco B. J., ambos con antecedentes penales, se han sentado en el banquillo de los acusados del Juzgado Penal número 3 de Ciudad Real. Según la sentencia, a la que ha tenido acceso La Tribuna, el juez ha considerado probado que los dos son autores de un robo con fuerza y uno ellos también de un delito de conducción temeraria. De este modo, ha condenado a Juan Francisco B. J., que conducía la furgoneta, a un año y diez meses de cárcel y a Ricardo R. S. a un año y dos meses al considerarle sólo autor de un delito de robo.

La abogada Yolanda Pérez Cruz, que ha ejercido la acusación particular en nombre del dueño de la finca, desmontó en el juicio con pruebas y argumentos la versión de los procesados. Ambos negaron que ser autores del robo perpetrado en la finca de La Solana y, en su descargo, adujeron que ese día se encontraban descargando tomates con la furgoneta en Infantes.

Declararon que no son de la provincia y que se desplazan con frecuencia para trabajar. Dijeron que cuando circulaban por la carretera pararon para preguntar a un hombre si necesitaba gente para la vendimia y tras responderle que no continuaron la marcha. Fue entonces, según su versión, cuando un vehículo impactó contra su furgoneta. Dijeron que el conductor del vehículo llevaba una escopeta y por eso aceleraron hasta perderle de vista. Al llegar a Baeza fueron a la Guardia Civil para denunciar los hechos.

La versión de los acusados se desmontó con pruebas aportadas por la abogada Pérez Cruz, cuyo cliente les persiguió al ver que se llevaban un perro de su finca a la que accedieron tras romper el candado de la puerta de acceso.

La alarma saltó y el padre del dueño de la finca salió tras ellos al ver huían tras el robo. Cuando se aproximaba, frenaban bruscamente para obstaculizarle, provocando que impactara por detrás contra la furgoneta. Las maniobras de evasión siguieron hasta conseguir que chocara contra una barrera protectora de la carretera, a la altura de la cárcel de Herrera de la Mancha. Los ladrones de galgos lograron huir. Pero después, tras su denuncia, fueron localizados y más tarde juzgados.