Isaac Cantón (Burgos-BH) regresó este domingo a la competición en el Circuito de Getxo tras casi cinco meses de parón por la pandemia del coronavirus. El ciclista de Argamasilla de Alba se había puesto un dorsal por última vez en el Tour de Taiwán el 5 de marzo y desde entonces esperaba con ganas volver a la competición, un momento que llegó este domingo en la clásica vizcaína.

Sus sensaciones fueron positivas, si bien, al paso por la última vuelta tuvo que abandonar debido a una indisposición. “A media noche sentí que la cena me repetía y ya en carrera con el paso de los kilómetros me fui encontrando peor. Me dio rabia porque tenía muchas ganas de demostrar que había hecho las cosas bien durante este tiempo”, explicó el manchego, que recaló en el Burgos-BH este verano procedente del Kometa.

“Lo importante era volver y la verdad es que iba bien. No sé hasta dónde podría haber llegado. Después de tanto tiempo sí que se nota que te falta ritmo de competición o pierdes automatismos de ir en el pelotón. Nervioso no estuve, pero volver es ya un éxito. Resulta curioso y diferente por todo el tema de los protocolos y las burbujas de seguridad, pero tiene que ser así”, repasó.

Desde hace unos días se encuentra en Burgos con el resto de sus compañeros y este martes viajará a Francia, donde este jueves tomará la salida en la segunda edición de la clásica Mont Ventoux Dénivelé Challenge, que incluye dos ascensiones a la mítica ascensión gala. “Nunca he subido al Mont Ventoux y me hace mucha ilusión. A ver si me puedo filtrar en una fuga y puedo dar protagonismo al equipo”, explicó. Del 16 al 19 de agosto tiene previsto participar en el Tour de Valonia en Bélgica, después acudirá a los Campeonatos de España y más tarde en dos clásicas de un día. En el horizonte está su debut en la Vuelta a España, para lo cual debe hacerse un hueco en su equipo.