Los transportistas de la provincia empiezan a regresar

M. E.
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Varias decenas de camioneros de Ciudad Real quedaban atrapados por varias zonas de Madrid a causa del temporal de nieve

La nieve ha hecho estragos en el transporte por carretera.

Varias decenas de transportistas de la provincia de Ciudad Real se encuentran desde ayer atrapados en varios puntos de la comunidad de Madrid, sobre todo en la zona de Ocaña y Valdemoro, por la intensa nevada que está dejando en la zona centro del país la borrasca 'Filomena', y algunos de ellos estarían empezando a poder regresar a casa, según se apunta desde la Asociación Provincial de Empresarios de Transporte de Mercancías (ATM), aunque con muchas reservas aún. Aunque la nieve deje de caer, el problema al que se enfrentan ahora los conductores es a la formación de placas de hielo, lo que haría más peligroso aún el estado de las carreteras.

Carlos Marín, presidente de ATM y de la Federación de Empresarios de Ciudad Real (Fecir), lamenta la situación vivida por estos profesionales, de la que en una gran medida responsabiliza al Gobierno central por falta de previsión y medidas efectivas, como la de movilizar a las máquinas quitanieves o esparcir sal con más antelación. "Esto lo llevan avisando desde hace una semana. Hay que reconocer el gran esfuerzo que se ha realizado desde la Consejería o la Diputación Provincial, movilizando todos sus recursos, pero lo que no se puede aceptar es que se haya cortado la A4 o la A3, donde no han echado sal hasta la seis de la mañana", afirma Marín. En este sentido, el presidente de la ATM pone como ejemplo los problemas de abastecimiento que están sufriendo los establecimientos alimentarios por este colapso en el trasnporte de cara a posibles movilizaciones futuras del sector: "Esto debería hacer pensar al Ministerio sobre un posible paro patronal si siguen sin atender nuestras reivindicaciones, porque después de demostrar que somos un sector esencial durante la pandemia, siguen sin hacernos ningún caso. Que se lo hagan pensar".

Afortunadamente, ninguno de los transportistas ha tenido problemas o incidentes importantes, más allá de la incomodidad de verse atrapados en la carretera y lejos de su hogar. La mayoría de ellos suelen llevar calefactores independientes, comida y nevera, en previsión de situaciones como ésta.