Page reclama estar en guardia y vigilantes por la igualdad

Hilario L. Muñoz
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El presidente del Gobierno se compromete a celebrar con miles de mujeres el acto regional por el Día de la Mujer en el nuevo pabellón feria de Ciudad Real

Page se compromete a celebrar el 8M en el nuevo pabellón

El presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, advirtió ayer la necesidad de estar «vigilantes» y «en guardia» porque hay un momento social en que hay gente en este país que «sale a la calle a hacer machismo». Por este motivo pidió ante un Paraninfo de la UCLM lleno para celebrar el Día Internacional de la Mujer «que nadie se calle» porque no puede haber «marcha atrás»ante quienes solo buscan «la confrontación». Se trata de unas declaraciones que realizó, entre su compromiso de llevar el 8 de marzo al pabellón ferial de Ciudad Real cuando esté construido para que no ocurre como este año en que un millar de mujeres no han podido acceder. «Mi primer compromiso es que en cuanto esté el pabellón celebraremos esa obra inmensa para Ciudad Real en un 8 de marzo con 4.000 personas», dijo. 

García-Page fue el encargado de cerrar el acto del Día Internacional de la Mujer entre recuerdos a las ocho mujeres premiadas en el acto de la Junta de Comunidades de las que afirmó realizaron una lucha sin saber jamás que fueran a ser reconocidas. «Ninguna habéis hecho vuestro trabajo por recibir nada y hoy nos prestáis vuestro trabajo, vuestro aval para que sirvan de faro de cómo son las cosas, de dónde está el camino correcto», apuntó el presidente regional. 

En este sentido, para el máximo dirigente de la Junta, la lucha por la igualdad es la clave tras la mejor etapa de España, «porque la cifras cantan y aún con crisis o virus son los mejores años de la historia». Se trata de una lucha conjunta de los 40 millones de españoles que han hecho que «los receptores de los cambios sean sus protagonistas», dijo, protagonizando una lucha que ha hecho que cambien muchas cosas. 

De este modo, el presidente de la Junta de Comunidades apuntó que «España no sería la potencia en el mundo que es pasando lo que pasaba hace 50 años» cuando «la mitad de la población pensaba que el objetivo en su vida era casarse».  Por este motivo agradeció la labor de aquellas mujeres, como antes hicieron todos los protagonistas del acto, que en esos tiempos oscuros de nuestra historia decidieron dar las mismas oportunidades en el hogar, como, apuntó García-Page, hizo su madre con su única hermana. Se trata de mujeres que han hecho «un esfuerzo de solidaridad, de progresar y de mejorar sabiendo que tenían una posición muy difícil» con el objetivo de que sus hijas «tuvieran un mundo distinto». 

Por este motivo, desde el Gobierno regional, el presidente de la Junta de Comunidades señaló la necesidad de hacer una reflexión para que ese «propósito vital» que es la igualdad no vaya marcha atrás. García-Page se refirió no solo a la política y esas declaraciones machistas en la calle sino también a aspectos culturales o al arte como la música o las ideas y mensajes que se oyen y ven en las redes sociales. Se trata de aspectos que muestran que hay quien habla de «igualdad entre hombre y mujer pero que no creen en la igualdad entre las personas». Por este motivo reivindicó la declaración de Derechos Humanos, como aval de esa igualdad entre sexos y razas. Una igualdad que, en el plano económico, implica el pago basándose en «la progresividad», en referencia al debate entre territorios y el reparto de fondos del Estado. Se trata dijo de «la igualdad como valor absoluto». «No me creo aquellos que solo creen en un tipo de igualdad», apuntó. 

García-Page concluyó sus palabras con el recuerdo de que Castilla-La Mancha es una tierra pionera en Europa y en estas reivindicaciones, porque fue aquí donde surgió la primera ley sobre violencia machista. Se trata de una ley que «no se improvisó de un día para otro» y con el apoyo de toda la sociedad. Fue una labor por llevar a «la primera página del periódico» el debate sobre esta violencia. 

Con estas reflexiones, García-Page apuntó que se considera feminista, «por justicia» con sus antepasados, con su madre y abuelas porque «es incomprensible que hablando de derechos en una sociedad como la nuestra haya quien esté en disposición de permitir que la mujer vaya un paso más atrás».