Óliver Serrano

Óliver Serrano


Presente y futuro del vino en Castilla-La Mancha

08/12/2021

Con casi la mitad de la superficie vitícola de España, Castilla-La Mancha preserva una larga tradición vitivinícola en más de la mitad de los municipios de la región, en los que se afanan 85.000 viticultores y 600 bodegas y cooperativas.

Integrado en el ADN de la región, el viñedo representa un cultivo social, que genera 1740 millones de euros, casi el 5% del PIB regional, y fija población en nuestro territorio evitando su deslocalización, dando empleo a 20.000 profesionales de forma directa y casi 43.000 de forma indirecta.

El vino, como uno de los productos estrella de la región, disemina un pedacito de nuestra cultura a través de cada botella comercializada, formando parte del presente y fuente de gran riqueza para el futuro económico, social y medioambiental de Castilla-La Mancha.

Balance de la última campaña

Castilla-La Mancha se caracteriza por ser la región líder, a nivel mundial, que más vino produce tanto en vino convencional como en producción ecológica, la que más exporta y la región de España que más vino embotellado exporta, a través de los aproximadamente 500 operadores dedicados a esta actividad.

La pasada campaña, comprendida entre el 1 de agosto de 2020 y el 31 de julio de 2021 cerró con unas cifras de exportación de vino excepcionales, sobrepasando los 12 millones de hectólitros y los 627,4 millones de euros, a 134 países, cifras aún más meritorias, si tenemos en cuenta el impacto que han tenido y están teniendo las restricciones de la pandemia en el canal HORECA (Hoteles, Restaurantes y Cafeterías).

Haciendo alusión a la alegoría que muestra la portada original de la obra El Quijote, de Miguel de Cervantes, Castilla-La Mancha, el "león dormido", está despertando. 

A pesar de la excelencia de las cifras de riqueza que genera este viñedo y su actividad, mencionadas en el inicio de este artículo, éstas reflejan "sólo" la comercialización de un 20% en formato envasado, siendo el resto a granel.  Ello deja entrever el gran potencial en exportación que tiene este sector para contribuir en la generación de riqueza y para el futuro de la región, si tenemos en cuenta que en cada botella de vino comercializada se gana siete veces más de renta que en formato granel, además de enarbolar, en el primero de los casos, la seña de identidad de Castilla-La Mancha.

Contamos con una gran gama de variedades de uva blanca y tinta, y hemos sido capaces de adaptar nuestra gama de productos a lo que el mercado mundial demanda, lo que hace que cada vez vendamos más y mejor y nos permita consolidarnos en los mercados en lo que estamos y abordar otros nuevos, liderando el posicionamiento de nuestro vino como ya hacemos en Japón y Canadá.

CAMPAÑA ACTUAL: Menos producción, de muy buena calidad

La presente campaña vitivinícola en Castilla-La Mancha 2021-22 ha dejado una merma de producción de un 23% respecto a la anterior, según el balance estimado en octubre, por la Comisión Sectorial de Vinos de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha.

Esta disminución en la producción, se ve contrarrestada por la gran calidad del producto.   Esto, unido a la reducción generalizada de la producción nacional, europea y mundial, augura una ventaja competitiva para las bodegas de Castilla-La Mancha a la hora de afrontar el mercado, a expensas de las posibles dificultades que puedan conllevar las diferentes olas pandémicas que están azotando al mundo, en los tiempos que corren.

El levantamiento de las restricciones en la hostelería en España y en otros países, unido a la  suspensión de los aranceles de EEUU, y al producto diferenciado y de calidad de Castilla-La Mancha, augura su reconocimiento en el mercado internacional y buenas oportunidades para conquistar nuevos mercados, consolidar los ya existentes e impulsar las ventas en volumen y, sobre todo, en valor, como ya muestran los últimos datos record de exportación disponibles, correspondientes al mes de septiembre.

La digitalización en el vino, a través del QR y blockchain

Hace unos meses, el Gobierno Regional, a través de su Consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, presentaba un proyecto pionero, innovador, en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha y el Parque Científico y Tecnológico de Albacete, con el que se apuesta por la digitalización del sector, a través de la aplicación de la tecnología "blockchain", con el fin de poder trasladar la información sobre la trazabilidad del vino hasta el consumidor, en cualquier lugar del mundo.

Este avance, con una inversión prevista de 2,6 millones de euros para los próximos dos años, que creará 15 empleos, pone en vanguardia al sector vitivinícola de Castilla-La Mancha, a través de la aplicación de un sistema de control de la información, robusto, seguro, descentralizado y sincronizado para preservar la información incorporada, en este caso, la trazabilidad digitalizada en el vino.

Sin duda, este sistema "de la vid a la copa" contribuirá a facilitar mayor información al consumidor, independientemente del lugar en el que se encuentre, beneficiando también a los viticultores y bodegas castellanomanchegas.

"CAMPO Y ALMA", distintivo de nuestro patrimonio agroalimentario de calidad

El pasado mes de octubre, el Gobierno regional presentó la marca "Campo y Alma" como una marca de garantía, para los productos castellanomanchegos de calidad, con denominación de origen (D.O.P.) e indicación geográfica protegida (I.G.P.), entre los que se encuentran nuestros vinos de las 9 denominaciones de origen -Almansa, Jumilla, La Mancha, Manchuela, Méntrida, Mondéjar, Ribera del Júcar, Uclés y Valdepeñas- y nuestro Vino de la Tierra de Castilla.

Como garantía doble para el consumidor, Campo y Alma pretende implantarse en las contraetiquetas u otros elementos que visten las botellas de vino, de manera que difundan un mensaje identificativo único del patrimonio agroalimentario, vinculado al territorio, de la región.

 Y es que no debemos pasar por alto que Castilla-La Mancha es líder en la producción de este alimento, el vino, que forma la base, junto a otros alimentos como el aceite de oliva y el trigo, de la apreciada Dieta Mediterránea, Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad de la UNESCO.

Promoción de consumo de vino en Castilla-La Mancha

Avanzando en la promoción del consumo de vino en Castilla-La Mancha, el Gobierno regional ha puesto en marcha una campaña de fomento del consumo de vino de la región entre restaurantes de las cinco capitales de provincia, además de las ciudades de Talavera de la Reina y Puertollano, acercando y acompañando al consumidor durante la degustación de este alimento, de gran excelencia, como carta de presentación de la región tanto para comensales locales como visitantes.

Para ello cuenta con la colaboración de la asociación Eurotoques y la Academia de Gastronomía de Castilla-La Mancha, aliados clave para su propagación por los establecimientos de restauración.

Esta iniciativa se une a otras como el programa de acciones de divulgación, información y promoción del vino, en una apuesta por su conocimiento y por su consumo moderado, desarrollado desde 2019 por la Fundación Tierra de Viñedos en colaboración con la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE), en la que se dan a conocer, entre otras, las bondades y excelencias de los vinos de Castilla-La Mancha.

En un sentimiento global de consumo de productos locales y cercanos, vendidos de forma directa por sus productores, no hay mejor manera de disfrutar de ellos estas navidades que poniendo sobre la mesa o llevando a nuestros encuentros sociales una botella de vino de Castilla-La Mancha.  Disfrutaremos de nuestra cultura, nuestra tierra, nuestros paisajes y, en definitiva, experimentaremos el secreto y el placer de lo que muchas personas, de España y de otros países, les queda aún por descubrir.

Solo, conociendo, sintiendo y valorando nosotros el vino que tenemos, juntos seremos capaces de seguir conquistando el mundo.

Medidas excepcionales frente a las consecuencias de la COVID-19

El pasado lunes, 22 de noviembre, la Comisión Europea, afirmando que «La incertidumbre acerca de la duración de la crisis, que sigue siendo difícil de predecir debido a la rápida mutabilidad del virus, agrava aún más las importantes perturbaciones existentes en el mercado vitivinícola de la Unión», publicaba la ampliación de medidas temporales de apoyo al sector del vino hasta finales de 2023.  Medidas como el aumento el incentivo para que los operadores del sector vitivinícola constituyan fondos mutuales, seguros de cosecha o la cosecha en verde, pretenden contrarrestar los efectos de la pandemia y contribuir al reequilibrio entre la oferta y la demanda a corto plazo, así como proteger al sector frente a riesgos futuros.

Esta decisión es una de las demandas que, junto a la petición de un presupuesto extraordinario y adicional, para la recuperación del sector vitivinícola de los efectos derivados de la pandemia, viene realizando la Asamblea de Regiones Europeas Vitícolas (AREV), entidad que representa los intereses de las regiones vitivinícolas europeas, cuya presidencia la ostenta Castilla-La Mancha, a través de su presidente, Emiliano García-Page Sánchez.

Estas medidas, unidas a las que se vienen adoptando desde abril de 2020, tras declararse la pandemia, pretenden contrarrestar los efectos de la pandemia, de los aranceles al vino en Estados Unidos, recientemente eliminados, y de las heladas sufridas en Europa en la última primavera, que han dejado al sector vitivinícola en una situación delicada, con pérdidas cifradas entre un 15 y un 20% de volumen de negocio del sector vitivinícola de la UE, y de hasta el 40% en algunas empresas.

 

Retos del futuro: Cambio climático y sostenibilidad

 

De cara al futuro, debido al cambio climático y los desafíos medioambientales, el sector vitivinícola debe afrontar retos como la implementación de las estrategias "De la granja a la mesa" y "Biodiversidad" que plantean, para 2030, la reducción del uso de pesticidas en un 50% y de fertilizantes en un 20%, además de destinar a producción ecológica un 25% de la superficie cultivada y la preservación del 10% de la superficie para revertir la pérdida de biodiversidad y de elementos del paisaje.

Además, para el año 2035, el Pacto Verde Europeo  - Green Deal –establece que la agricultura sea neutra desde el punto de vista climático, y que asuma parte de las emisiones de otros sectores.  La hoja de ruta para el cumplimiento de este objetivo debe ser definida de manera que los ciudadanos y sus regiones se beneficien de ello, ya que, mal abordada, tendrá graves consecuencias para el sector vitivinícola, previéndose una caída del 15% en ingresos y un desplome de las exportaciones en un 20%, lo que pondría en peligro la actividad económica y el tejido social que existe en torno a él.

Estos tres grandes retos marcarán de forma determinante la agenda del sector, requiriendo de investigación e innovación en materia de agricultura inteligente, de precisión y de nuevas técnicas genómicas que aceleren la adaptación de la viña a las nuevas condiciones climáticas y que, basadas en datos objetivos, las decisiones que se adopten en la llevanza del cultivo redunden en la optimización de recursos y rentabilidad del cultivo, tal y como contempla el Plan Estratégico del Sector Vitivinícola de Castilla-La Mancha.

Castilla-La Mancha está preparada para afrontar los retos que tiene por delante y, para ello, será fundamental contar con el apoyo de la sociedad castellanomanchega, actuando como embajadores de nuestra tierra, nuestro vino, nuestra cultura y nuestras tradiciones.