Un número creciente de deportistas y federaciones es partidario de un aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 programados del 24 de julio al 9 de agosto, debido a la crisis de la salud mundial por el Covid-19. 

La Federación francesa de natación (FFN) aboga por aplazar la cita. «En vista de la crisis sanitaria internacional, esta federación estima que la prioridad es luchar contra la propagación de la epidemia y que el contexto actual no permite contemplar serenamente el buen progreso de los Juegos Olímpicos 2020», adviertió ayer en el comunicado en su página web. Yes que la FFN ha cancelado todos sus eventos deportivos hasta el próximo junio. En la misma nota, Gilles Sezionale, presidente de la FFN, expresa «su profundo desacuerdo» con el presidente del Comité Olímpico francés, Denis Masseglia, «por mantener una posición firme en cuanto a la celebración sin siquiera tener la decencia de querer evocar la opción del aplazamiento». 

El COI afirmó que es pronto para tomar una decisión, pero su presidente, Thomas Bach, también reconoció que están «considerando diferentes escenarios».

Este organismo deportivo francés no ha sido el único en posicionarse en contra. Varias asociaciones deportivas han alzado la voz para dar prioridad a la salud y seguridad de todos. 

Así, el Comité Olímpico y Paralimpico de Estados Unidos adelantó que no habrá atletas de su país a la disputa de los Juegos si no reciben por parte de las autoridades correspondientes la más completa seguridad para la salud de los participantes. 

Por su parte, el presidente de la Asociación Alemana de Atletismo, Jürgen Kessing, también solicitó que se aplacen los Juegos. «Hubiera deseado que ellos hubiesen seguido el ejemplo del fútbol y, al igual que los campeonatos europeos, también se hubiesen pospuesto los Juegos», explicó Kessing.

Desde España, deportistas como la jugadora de bádminton Carolina Marín echan «de menos alguna solución más inmediata» desde el Comité Olímpico Internacional.