«Pepe (conocido popularmente como ‘El moro’) pasó embalado a la casa y llevaba ganas de pelea. Entró provocando. Enganchó a Anastasio y le puso una barra de hierro en el cuello poniéndole contra la pared. Y luego fue a por Pedro». Fueron las palabras de unos de los testigos que en la tarde del 22 de julio del año pasado presenció en el domicilio de la calle Flor de Puertollano, donde residía por aquel entonces, una pelea entre Anastasio G. C., y A. M ( ‘El Moro’), pareja de una de sus hermanas desde el año 2013 y de nacionalidad marroquí. Anastasio G. C. es uno de los acusados junto a dos de sus hermanos y un cuñado de intentar acabar con la vida de A. M.  Un delito de intento de homicidio por el que el Ministerio Fiscal pide a los cuatro implicados entre siete y ocho años de cárcel.

El primer testigo que declaró esta mañana ante la sección primera de la Audiencia Provincial de Ciudad Real aseguró que «se engancharon y se enzarzaron» pero «no quise saber nada de la pelea y me salí a la calle», declaró al tiempo que señaló que algunos de los vecinos del barrio comentaban que esa misma mañana del día en que ocurrieron los hechos los hermanos «habían discutido».

El principal encausado aseguró este martes que actuó contra A. M., pareja de una de sus hermanas, «para defenderse de su agresividad» y que «no tenía la intención de acabar con su vida». En su versión de los hechos, Anastasio S. G.  se encontraba en casa de un vecino en el barrio del Carmen cuando entró A. M., «de manera muy agresiva» portando una barra de hierro para agredirle. En un acto reflejo, el imputado cogió una navaja que estaba en la mesa y se defendió de su agresor. Una navaja que este testigo no vio pero sí cómo A.M «golpeaba a los hermanos».  

Durante la sesión de ayer declaró una pareja que ese día se encontraba en la vivienda dónde ocurrieron los hechos, pero a pesar de ello aseguraron no presenciar la pelea aunque sí escuchar a una persona decir que «iba a entrar en la casa a matar a todos». Voces que al parecer escuchó otro testigo, vecino del barrio, que en ese momento, según declaró ayer, se encontraba acostado tras haber enterrado a su padre. «Oí que habían apuñalado al ‘moro’ y salí a la calle. Pepe estaba al lado de la puerta donde le apuñalaron y le llevé al hospital, y vi a dos hermanos salir corriendo».

En la sesión de ayer también declararon varios agentes policiales y dos forenses, quienes explicaron las agresiones que sufrió A. M. y que «afectaron a zonas vitales como el hígado» y que «precisaron el control de analítica y cirujano para evitar posibles complicaciones».

Tanto Anastasio G. C., como otro de los hermanos imputados se encuentra en prisión preventiva por este delito, mientras que el resto de familiares y las presuntas víctimas siguen conviviendo en el mismo barrio. La mujer de la víctima solicitó una orden de alejamiento de su familia pero le fue denegada por el juzgado. El juicio ha quedado visto para sentencia.