Castilla-La Mancha es la segunda comunidad en la que menos estudiantes permanecen dentro de sus fronteras tras superar las pruebas de acceso a los estudios superiores. Así lo revela el informe ‘Datos y Cifras del Sistema Universitario Español’ que edita el Ministerio de Universidades, que coloca a los alumnos castellanosmanchegos como los segundos que más emigran, ya que, con datos del curso 2018-2019, sólo el 40% se matricula en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), un porcentaje muy lejano al mayor arraigo que presentan territorios como Madrid (78,6%), Comunidad Valenciana (75,3%) y Cataluña (75,2%). En las antípodas, La Rioja, que con un 29,2% se sitúa como la comunidad en la que menos estudiantes permanecieron en su universidad.
El informe revela asimismo los movimientos naturales de cada territorio: de Castilla-La Mancha a Madrid, de Extremadura a Andalucía, de Baleares a Cataluña y de La Rioja a Castilla y León.
Este trasvase de alumnos a Madrid se explica por la cercanía, los puntos de contacto con las provincias limítrofes, la buena conexión de los transportes y la oferta educativa. Madrid es indudablemente el principal destino de los estudiantes castellano-manchegos: el 24,6% se decanta por alguna de las universidades de la comunidad vecina; el 9,7% emigra a Valencia, el 4,3% se marcha a Andalucía, el 2,2% a Murcia y el 2% a Castilla y León.
Asimismo, el 15% se decide por la modalidad de formación no presencial, hasta ocho puntos porcentuales menos que en Cataluña, Andalucía o Galicia.
Madrid también es la comunidad autónoma que recibe un porcentaje más significativo de alumnos de la mayor parte del país, pero un 24,6% coloca a Castilla-La Mancha como su principal fuente de nutrición; muy atrás quedan castellanoleoneses y extremeños, con un 12%.
Con todo, este trasvase de estudiantes desde Castilla-La Mancha se atenuaba el pasado curso, ya que bajaba un 2,2 por ciento el porcentaje que se marchaba a Madrid.
Motivos. Encontrar una explicación a este éxodo estudiantil obliga a acudir a múltiples factores. La vicerrectora de Estudiantes y Responsabilidad Social de la UCLM, Ana Carretero, alude a las comunicaciones dentro de una comunidad de enorme extensión que en determinadas circunstancias tiene más agilidad con provincias limítrofes de otras regiones que a nivel interno, lo que «nos hace tener salida hacia Madrid, Levante y Andalucía».
Carretero también añade el componente generacional dentro de una «edad en la que los estudiantes quieren salir de casa, es una razón de la etapa vital en la que se encuentran, alejarse de los padres como proceso de maduración».
Y otra causa también puede encauzarse hacia la oferta formativa. «Hay un porcentaje de estudiantes que buscan otra alternativa, algo que también es normal», y ello a pesar de que «nuestro mapa de titulaciones es muy bueno. Estamos entre las 250 mejores universidades jóvenes del mundo, tenemos 50 grados y 12 dobles grados». Con todo, la UCLM «tiene que seguir creciendo», por lo que se plantean la implantación de más grados en los próximos cursos.
Junto a estas razones también se puede aludir a una circunstancia difícil de cuantificar como «un componente sociológico que parece que le damos más valor a lo que viene de fuera que a lo que tenemos aquí».
Para paliarlo, la UCLM saca músculo. No en vano, y a pesar de que el establecimiento de los estudiantes de la comunidad autónoma en la institución académica representa uno de los porcentajes más bajos, sí que se atisba una mayor radicación, y es que la UCLM ganaba 3,6 puntos respecto al curso 2017-2018. A ello se suma que «la matrícula del primer año ha ido creciendo desde el curso 2016-2017 en un contexto en el que el número de estudiantes en edad de acceder a la universidad cada vez es menor».
También se incide en la proyección exterior, «con miles y miles de preinscripciones de alumnos de otras comunidades, ahí se ve el volumen de estudiantes de fuera que solicitan».