Fatiga pandémica

María Jesús Álava (psicóloga)
-

Las consultas a los psicólogos se han disparado tras tantos meses de incertidumbre para la que se necesita mucha 'inmunidad emocional'

El 69 por ciento de los españoles ha sufrido trastornos psicológicos en los últimos meses, según nos confirman los datos de un estudio llevado a cabo por Elma Research Institute en seis países europeos (Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia, España y Polonia), esponsorizado por Angelini Pharma. Durante el confinamiento, ese mismo porcentaje de los ciudadanos patrios ha tenido síntomas de trastornos psicológicos con una duración de más de 15 días. 

En el momento actual, la crisis sanitaria originada por la pandemia de coronavirus no solo ha atentado contra nuestra salud física o nuestra economía, también está suponiendo un gran perjuicio para nuestra salud mental. De ello ya han advertido expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que han denominado a esta situación como fatiga pandémica.

 

¿Cuáles son los posibles peligros de la fatiga pandémica?

El desánimo, el agotamiento, el descreimiento generalizado, la falta de confianza en nosotros y en nuestro entorno, la sensación de impotencia que hace que nos sintamos muy vulnerables, muy débiles y que pensemos que poco podemos hacer a nivel personal.

Hay personas que reaccionan con un miedo irracional que les hace ver peligro en cualquier situación; por el contrario, esa fatiga, casi crónica, hará que muchas personas se relajen, intenten taparse los ojos y negar la evidencia, lo que les llevará a conductas de riesgo y fomentarán contactos, reuniones o encuentros que pueden resultar peligrosos, si no toman las medidas adecuadas.

La impotencia y el cansancio pueden generar conductas irresponsables. 

 

¿La pandemia ha cambiado la percepción que teníamos sobre los trastornos mentales?

Según el estudio que ha realizado el Instituto de Investigación Elma, el 71 por ciento de los españoles cree que los trastornos mentales son una fuente de discriminación y de marginalización. 

En parte como consecuencia de la pandemia, la gente ha desarrollado una elevada conciencia del riesgo de los trastornos mentales: el 76 por ciento (media europea; España 82 por ciento) admite que todo el mundo, incluyendo ellos mismos, puede experimentar o desarrollar este tipo de trastorno. 

En nuestra consulta la incidencia es clara, muchas personas que nunca habían ido al psicólogo nos llaman para que les ayudemos, al igual que antiguos pacientes, que pueden llevar 20 años de alta nos llaman ante el temor de padecer recaídas.

También es verdad que la crisis económica está haciendo mucha mella y un número elevado de estas personas las tenemos que derivar a nuestra fundación, para poder subvencionarles una parte importante del tratamiento, incluso para concederles becas de tratamiento, en los casos más extremos.

 

¿Cómo podemos canalizar esta fatiga pandémica y mejorar nuestro estado emocional?

Enfocándonos en llenar cada día nuestra hucha emocional y en trabajar en lo que los psicólogos llamamos la «regulación emocional», que es la capacidad para manejar las emociones de forma apropiada.

Tendremos que profundizar nuestro autoconocimiento y trabajar nuestro equilibrio físico y emocional. Ello pasará por cuidar nuestros buenos hábitos, por descansar bien, por llevar una alimentación sana, por hacer ejercicio con regularidad, por desconectarnos mentalmente de un ambiente tan abrumador, por intensificar la comunicación con las personas más positivas de nuestra vida…

No dejemos de pedir ayuda profesional cuando lo necesitemos. Hoy en día gran parte de estos tratamientos pueden hacerle on line, con resultados muy positivos.

En definitiva, hagamos prevención de nuestra salud y preparémonos para conectar con lo mejor de nuestras emociones, para trabajar nuestra inmunidad emocional.