Sobre las ascuas del carbón

Nieves Sánchez
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El futuro de Puertollano camina sobre las ayudas de los fondos Miner y el Plan del Carbón para la reconversión a las renovables «como única alternativa». «Si no nos ayudan unos años más a hacer ese camino, esto estará muerto», subrayan desde FEPU

Sobre las ascuas del carbón - Foto: Rueda Villaverde

En octubre de 2018 Puertollano entraba de lleno en los objetivos e inversiones del conocido como Plan del Carbón para incentivar la creación de empleo en las comarcas y municipios mineros históricamente asociados a este monocultivo y con escasa actividad empresarial alternativa. El nombre de esta ciudad quedaba escrito negro sobre blanco en el Acuerdo Marco para una transición justa de la Minería del Carbón y el desarrollo sostenible de las Comarcas Mineras para el periodo 2019-2027 que firmó el Ministerio para la Transición Ecológica con CCOO de Industria y UGT-FICA. Aunque Puertollano ya lleva años realizando un arduo tránsito hacia la energía limpia sobre las brasas del carbón, se abría así un periodo clave para el futuro de una ciudad y una comarca castigada fuertemente por la pérdida de población y por el desempleo tras el cerrojazo a un modelo para producir energía que dejó de encajar con los objetivos globales de cara a 2050 de reducir las emisiones contaminantes. «Puertollano ha perdido en los últimos años el 10% de su población, unos 5.000 habitantes, personas que tuvieron que salir de nuestra ciudad para buscarse la vida». Eso unido a las familias que dependían directa o indirectamente de ese sector y se han tenido que ir recolocando en sectores como el sector servicios ha supuesto la cara más trágica de una reconversión «necesaria» hacia las renovables, «un camino que tenemos que hacer sí o sí, ya que es la única alternativa que tiene Puertollano». Para el presidente de la Federación de Empresarios de la Comarca de Puertollano (FEPU), Miguel Ángel Ruiz Rodríguez, el futuro de la comarca pasa por atraer empresas de base tecnológica y renovables, por lo que la inversión que recibirá la ciudad para adecuar los polígonos industriales a las nuevas necesidades a través del Acuerdo Marco, y el dinero e incentivos que han llegado en los últimos años de los Fondos Miner para el asentamiento de este tipo de industria, está salvando Puertollano de una situación que podía haber sido «caótica». «Tenemos que olvidarnos del carbón, es cierto que ha sido nuestro sustento, pero ahora tienen que ayudarnos unos años más para realizar esa reconversión completa, para producir sin contaminar y ser rentables, sino estaremos muertos, es lo justo», explica a La Tribuna el representante del tejido empresarial puertollanero, esperanzado en una transición «razonable» en la que la sociedad está mentalizada. «Tenemos suelo barato y buenas comunicaciones, pero eso no es suficiente porque otras ciudades también lo tienen, por eso tenemos que vender también nuestra experiencia como ciudad industrial con profesionales formados para avanzar y atraer inversión. Necesitamos de esos fondos y esas ventajas que suponen los Miner para estos inversores», subraya Martínez, que pone el foco en que Puertollano cuenta además con los centros más punteros en investigación de este tipo de energía verde de España. En la última batería de ayudas de Fondos Miner, Deimos Castilla-La Mancha S.L., recibió la mayor cantidad, en concreto 7.062.500 euros de los 28.250.000 euros que se anunciaron para Puertollano. El resto de fondos fueron a parar a distintos proyectos empresariales, si bien será a partir de 2020-2021 cuando se materialicen.

Un cambio «lógico». Puertollano tiene históricamente experiencia en cambiar su modelo productivo. «Somos una ciudad adaptativa y resiliente que ha sabido cambiar y aprovechar las oportunidades en otros momentos. El pueblo agrícola y ganadero hasta finales del XIX se transformó en la ciudad minera del siglo XX, más tarde petroquímica y ahora una ciudad que pone su capacidad adaptativa, conocimiento y talento humano al servicio de una nueva economía circular y verde». La alcaldesa de Puertollano, Isabel Rodríguez, escribía estas palabras en un artículo que se publicó en la prensa escrita y digital de la región en relación a la transición que debe hacer Puertollano y a raíz de la Cumbre del Clima de Madrid de diciembre y su participación en el Stand de la FEMP en una ponencia sobre el clima de gobiernos locales. «Somos la ciudad que alberga tres centros punteros de referencia en investigación en la llamada economía circular: Clamber como biorrefinería, el Centro Nacional del Hidrógeno CNH2 o el ISFOC, Instituto de Sistemas Fotovoltaicos de Concentración. Si esto fuera poco, contaremos próximamente con la Agencia de Innovación de Castilla-La Mancha, prevista en la futura Ley de Ciencia e Innovación regional», recordaba Rodríguez. La radiografía actual de Puertollano es la de una sociedad que espera reflotar mediante una promoción económica y empresarial basada en un nuevo modelo de producción. En concreto, la ciudad recibirá del Plan del Carbón 8,15 millones para proyectos como la renovación y adecuación del Polígono Industrial de La Nava, donde se llevarán a cabo labores de asfaltado, iluminación, desbroce, señalética y circuito de vídeo vigilancia con una inversión de 3,8 millones de euros. También se desarrollarán actuaciones similares en los polígonos industriales de Sepes y Aragonesas con una inversión de 1,2 millones de euros. Otra de las acciones previstas será la urbanización del sector industrial del polígono La Nava III, en su segunda fase con una inversión de 2,73 millones de euros. Por último, se pretende recuperar el entorno e instalar la señalética en el carril bici que une el casco urbano y la dehesa boyal, lo que supondrá 340.000 euros de inversión.

«Insuficiente». Sin embargo, no todos miran con el mismo optimismo el futuro de una municipio que basó su economía y el progreso de sus gentes durante décadas en una actividad que desapareció definitivamente con el cierre de la Encasur. El último presidente del Comité de Empresa (CCOO) de la mina propiedad de Endesa, minero durante 30 años, Ramón Calero, apuntaba a este periódico que tanto la inversión como los proyectos anunciados para ayuda a la reindustrialización dentro del Plan del Carbón «son muy insuficientes. «Yo veo el futuro de esta comarca muy negro e incierto, porque los proyectos son escasos en comparación con otras regiones y los empleos que generan las renovables no son suficientes para cubrir las necesidades que tiene esta ciudad», advierte Calero, quien aprecia «dejadez» de las administraciones en los últimos años para apostar «por un modelo realmente sostenible» y ayudar a una sociedad que se volcó con la minería y basó su economía en el carbón y después en el petróleo. «Nadie se acuerda ahora de los mineros y Puertollano le debe todo a la minería». Uno de los grandes comprometidos con la lucha del cambio climático es el gran pulmón industrial y de empleo de Puertollano, Repsol, que avanzó a principios del mes de diciembre su compromiso «de liderar la transición energética, en consonancia con los objetivos de la Cumbre de París y los de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas». En este sentido, según indican fuentes de la petroquímica, orientarán su estrategia para ser una compañía con cero emisiones netas en el año 2050. En la última parada de la central puertollanera, que culminó con éxito hace unas semanas, Repsol invirtió más de 20 millones de euros a lo largo del mes de noviembre en trabajos de mantenimiento, que además de preparar el Complejo Industrial de Puertollano para un nuevo ciclo productivo, han servido para llevar a cabo importantes inversiones relacionadas con la eficiencia energética, la fiabilidad y la competitividad de las instalaciones. «De hecho, el 40% del presupuesto se destinó a proyectos de eficiencia energética y de reducción de emisiones, en línea con el compromiso de Repsol».

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