Las Cortes aprueban la 'Ley del Juego' de CLM

Javier D. Bazaga / Toledo
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La norma persigue «equilibrar» los intereses de la actividad económica con la necesidad de hacer frente a las «externalidades negativas» que esta actividad puede generar en los colectivos más vulnerables

La Ley del Juego no tiene garantizada la unanimidad - Foto: CARMEN TOLDOS

Las Cortes de Castilla-La Mancha dieron este jueves luz verde a la llamada Ley del Juego, una norma que pretende dar respuesta a la creciente preocupación social por la proliferación de establecimientos de juego de los últimos años. Las Cortes regionales debatieron –en la última sesión antes de las vacaciones– la Ley del Régimen Administrativo y Fiscal del Juego en Castilla-La Mancha que el Ejecutivo defendió como una ley «que nos sitúa a la vanguardia en materia de juego». Así lo expresó el consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina, que explicó algunas de las novedades de esta ley, la tercera en los últimos 40 años, con la que pretende «equilibrar» los intereses de la actividad económica con la necesidad de hacer frente a las «externalidades negativas» que esta actividad puede generar en los colectivos más vulnerables o sensibles.

Una norma que marcará a su juicio “una antes y un después” en la regulación del juego porque “subsana anomalías” que tenía la anterior, la de 2013, con la que se produjo una proliferación de establecimientos de apuestas. Tanto es así que Ruiz Molina recordó que en aquel año había 51 locales en la región, y en 2020 había autorizados 200, elevando la ratio hasta los 9 establecimientos por 100.000 habitantes, por encima de Madrid (7) o Castilla y León (5).

Entre las novedades destaca que los establecimientos de juegos o apuestas no podrán estar a menos de 150 metros entre sí para evitar la concentración, y que tampoco podrán estar a menos de 300 metros de la entrada a centros educativos donde estudien menores de 18 años, con la excepción de los centros de infantil y primaria, al no considerarse público objetivo de esta actividad. En este punto los grupos parlamentarios encontraron el punto de consenso en el debate. Otra excepción a la norma de la distancia es que los establecimientos que ya cuenten con autorización previa podrán seguir desarrollando su actividad, aunque tendrán un plazo de 10 años para cambiarse. “Tiempo suficiente” indicó Ruiz Molina. Los ayuntamientos tendrán capacidad para declarar zonas de excesiva concentración o zonas saturadas de estos locales.

Las Cortes aprueban la ‘Ley del Juego’ de CLMLas Cortes aprueban la ‘Ley del Juego’ de CLM - Foto: CARMEN TOLDOS

La norma se ha desarrollado bajo la premisa de la “prevención de perjuicios a terceras personas”, especialmente en los colectivos más vulnerables como los menores de edad, las personas con adicción al juego o personas incapacitadas legalmente. También se potenciarán con esta ley las políticas de juego responsable con acciones encaminadas a la sensibilización y concienciación sobre la práctica inadecuada del juego, para lo que se creará un Observatorio del Juego. Tendrá un régimen de publicidad más restrictivo que antes, prohibiéndose toda publicidad salvo en el interior de los locales, publicaciones especializadas o patrocinios. Habrá un mayor control de acceso a los locales con sistemas automatizados para impedir la entrada de menores o los llamados autoprohibidos. Se endurece el régimen sancionador para que tenga un carácter ejemplarizante y un régimen tributario más justo.

Novedades con las que Ruiz Molina cree que esta ley nos coloca “a la vanguardia” porque “es la más protectora con los colectivos vulnerables, la más preventiva con esa concienciación del juego responsable, la más exigente con la limitación de la publicidad, la más rigurosa en materia sancionadora, y la más progresiva en el régimen tributario”, resumió el consejero.

Desencuentros

La norma llegó al último pleno de las Cortes de este periodo de sesiones sin garantías de unanimidad ya que PP y Cs mantuvieron un total de 17 enmiendas vivas en las que reclaman, entre otras cosas, aplazar el cierre de locales o incluso evitarlo; así como paralizar la subida de tributos a las salas de juego que se plantea.

El diputado de Cs, Daviz Muñoz Zapata, se declaró defensor de la “libertad de empresa” y reprochó al gobierno que quiera “prohibir” antes que “planificar” un sector afectado como todos por la crisis. “Vamos a prorrogar un año más el periodo transitorio para que, por lo menos, los pequeños negocios legales, tengan tiempo suficiente para amortizar las inversiones tras un año de pandemia”, solicitó.

Por parte del PP, el diputado Miguel Ángel Rodríguez argumentó en parecida línea al afirmar que “cualquier incremento de la presión tributaria en un momento tan complicado como el que atraviesan las empresas pueden tener consecuencias graves y provocar el cierre de locales que ya lo están pasando mal”, por lo que estimó que “no es el momento de endurecer esta ley”.

La diputada socialista Ana Isabel Abengózar fue la encargada de defender la ponencia, y respondió a los grupos de la oposición subrayando que “lo que trata esta ley es proteger el interés general” y no solo por el interés de un sector. “Creo que esta ley requiere el voto favorable de los tres grupos” remachó.

Insulto, expulsión y disculpas

Era el último pleno del periodo de sesiones, pero lejos de parecerse a ese último día de curso en el que todos nos desamos felices vacaciones, las Cortes de Castilla-La Mancha presenciaron el último de los enfrentamientos entre diputados de PPy de PSOE.
La diputada socialista, Ana Isabel Abengózar, en la defensa de las posiciones de su grupo en el debate de la Ley del Juego de Castilla-La Mancha, llamó «sinvergüenza» al ‘popular’ Miguel Ángel Rodríguez, quien se puso en pie y protestó enérgicamente ante este insulto y pidiendo amparo a la Cámara. Bellido quiso dejar a Abengózar que continuara y explicara el motivo de tal calificativo, pero Rodríguez insistió y acabó siendo expulsado del Salón de Plenos.
Abengózar acabó retirando el insulto, que justificó en que antes el propio Rodríguez «nos ha llamado ladrones veladamente» por dos ocasiones.
Bellido acabó pidiendo disculpas por «no haber estado fino» en la gestión de la polémica. También Muñoz Zapata por el lamentable espectáculo a la ciudadanía.