La obra de peatonalización de la calle Toledo, Calatrava y Caballeros es una de las mejoras de la ciudad más accesibles que se han hecho en la capital. Se trata de una actuación en la que la ONCE ha trabajado codo con codo con el Ayuntamiento de Ciudad Real, haciendo que haya una banda en todo el entorno, para separar aceras y zona de uso de vehículos, así como otros elementos que garantizan el uso del entorno a las personas con distintas capacidades. Por este motivo, llama la atención que la asociación Ciudad Accesible haya pedido una serie de mejoras a esta peatonalización, así como a otras obras que se vienen realizando en la capital. Se trata de «una recomendación», apunta la presidenta de la entidad, Ciri del Campo, quien señala que lo bueno siempre se puede mejorar cuando se escucha a los vecinos. «Entre todos lo podemos hacer mejor, si cada uno pone su granito de arena». 

La principal reivindicación para esta obra es la necesidad de que haya zonas de paso en las rigolas de la calle, esa franja de adoquines que sirven para canalizar el agua. En la obra de peatonalización del centro se encuentra en todas las calles, por lo que Ciudad Accesible pide un paso que evite «un golpe en las vértebras a una persona en silla de ruedas» cuando pasa por encima. También recuerdan que esas rigolas dificultan el paso a personas mayores cuya movilidad no le permita elevar mucho los pies. «No importa que haya dos aceras si hay distancia suficiente, porque esto no nos da más accesibilidad», comentó Del Campo, en un paseo por la zona. Del Campo recuerda que las antiguas peatonalizaciones se hacían de este modo, pero en las últimas obras ya habían logrado que en las rigolas se crearan zonas de paso que, ahora, no entiende, por qué se han eliminado. Como ejemplo, ponen la obra reciente en calle Panaderos o la de Alfonso X, que consideran es perfecta en cuanto a accesibilidad

ornamento, agua y bus. Un segundo aspecto de mejora son los elementos como las mesas y sillas que hay distribuidas y que no dejan espacio para que una persona en silla de ruedas pueda utilizarlos. Lo mismo ocurre con las fuentes cuya apertura hacia dentro impiden que una persona con movilidad reducida pueda agacharse lo suficiente cómo para utilizarlas. Una tercera es la «cota cero», ya que la obra en esta zona ha eliminado la accesibilidad que había en algunos locales, rebajando la altura de la acera y creando, ahora, un pequeño escalón en la entrada. «Con lo que nos cuesta conseguir que los locales tengan accesibilidad y que hagan estas obras y los quiten no es normal», indicó la presidenta. 

Los puntos a mejorar para ser más accesibles - Foto: Rueda VillaverdeDesde Ciudad Accesible sí aplauden otras propuestas de estas nuevas obras, como es la accesibilidad que aporta la parada de autobús elevada, aunque la inclinación de la rampa podría ser menor.

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