El Villarrubia afronta este parón navideño con muchos problemas en su plantilla. El equipo blanquiazul, en la campaña de su estreno en la Segunda División B, despedirá el año 2019 en posiciones de descenso a Tercera, pero a solo tres puntos del ‘play out’ y de la zona de permanencia, a falta del partido del domingo 5 de enero (12 horas. Nuevo Campo) ante el filial del Cádiz para completar la primera vuelta.  

Sin embargo, más allá de esta situación en la tabla, preocupa el estado físico de la plantilla, que semana tras semana está añadiendo inquilinos a su enfermería, a los que hay que sumar las bajas por sanción. En este sentido, se espera que el parón sirva para ir recuperando efectivos.

La pasada semana fue terrible en las filas villarrubieras. El choque de Copa del Rey en Barakaldo se cobró la baja de Toni Seoane, que esta misma semana será operado de la mandíbula. Además, Carlos Martínez se perdió el choque ante el Sevilla Atlético del domingo por un problema muscular.

En el partido ante el filial sevillista, además, fue expulsado Dieguito, por lo que será baja para el duelo con el Cádiz B, mientras que Víctor Algisí deberá cumplir ciclo de amonestaciones. Nando Copete, que ya arrastraba problemas musculares, tuvo que ser sustituido al descanso ya que se le salió un hombro y Andriu también sufre molestias físicas. Sin olvidar a Arroyo y Fran Cortés, lesionados desde hace varias semanas.

Un panorama muy complicado y que ya obligó a Javi Sánchez, técnico de los villarrubieros, a convocar a dos jugadores del conjunto juvenil para un choque en el que la expedición acabó muy descontento con la actuación del colegiado. La plantilla disfrutará de descanso estos días y el sábado disputará un amistoso benéfico en el Nuevo Campo ante La Solana (17.30 horas). Entretanto, la directiva busca refuerzos.