Durante el estado de alarma la Biblioteca Pública del Estado de Ciudad Real, como el resto de instituciones, cerró sus puertas aunque centró sus esfuerzos en el incremento de la actividad online. Ahora, la Junta de Comunidades ha anunciado su reapertura de forma limitada a partir de hoy miércoles, lo que permitirá la devolución de los materiales prestados con anterioridad al inicio de la cuarentena, así como el préstamo de documentos, previa solicitud vía telemática, pero sin que sea posible el acceso al interior de los centros.
En este tiempo, el trabajo de la biblioteca se ha centrado en prepararse para su reapertura, preparando el que será el protocolo que les permitirá garantizar la seguridad de todos en la era del COVID. Un protocolo que busca evitar posibles vías de contagio y que apuesta de manera clara por el distanciamiento social.
Entre las medidas que la biblioteca va a implementar una de las más llamativas es que los libros o los DVD tendrán que pasar su propia cuarentena, de 14 días, antes de volver a entrar en el circuito de préstamo. «Tenemos constancia de que el virus sobrevive en el papel entre tres o cuatro días, por lo que sabemos que esta medida tal vez es extrema, pero preferimos asegurarnos», explica el director de esta institución, Francisco Javier Alonso.
En esta primera fase de reapertura también cambiará la manera de retirar el libro. Se solicitará vía telemática y «una vez que tengamos el título se hablará con el usuario y se concertará una cita para que pueda recogerlo». No se entrará al edificio, como informó ayer la Junta, tanto la retirada del libro o el DVD como la devolución se hará en la puerta que la biblioteca tiene en la vía del Ferrocarril. Todo se ha pensado para evitar el contacto físico con otros usuarios y con el personal de la biblioteca. Y en esa línea, los primeros pasos de la reapertura se darán fuera de las instalaciones y de la mano de uno de los servicios básicos de una institución de estas características: el préstamo de libros. Aunque ya se está trabajando para garantizar que las instalaciones también sean seguras cuando finalmente se abran al público, ya que también «se ha modificado el protocolo de limpieza» para ahondar en la seguridad.