El sector cree que la normativa se aprobó precipitadamente

Manuela Lillo
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El sector considera que la nueva normativa se aprobó de forma «precipitada»

El sector cree que la normativa se aprobó precipitadamente - Foto: Rueda Villaverde

El presidente de la Asociación de Transporte de Mercancías de la provincia, Carlos Marín, aseguró ayer que el nuevo reglamento de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (ROTT) pone «en una situación totalmente desesperada a muchas familias», ya que en ella se crea la figura del Gestor del Transporte en todas las empresas del sector y para ella se exigirá el título de Bachillerato (o similar). Así lo indicó a este diario Marín, quien matizó que dicha formación académica se pedirá para ser empresario del sector, no para conducir los camiones, si bien indicó que en muchos casos esa tarjeta de autorización estaba a nombre de otras personas, principalmente de las parejas de los transportistas, y de ahí que cuando se enfrenten a la renovación de las mismas se encontrarán con este problema.

De este modo, Carlos Marín considera que este nuevo reglamento puede suponer «la desaparición de estos autónomos», dijo tras recordar que el 80% del sector está compuesto por autónomos, pymes y micropymes, si bien no supo concretar cuántas personas estarán afectadas por este nuevo requisito del reglamento.

«Esto es un problema muy gordo para el sector, está claro», lamentó el también presidente de la Federación Empresarial de Ciudad Real (Fecir), quien recordó que el reglamento se aprobó en el Consejo de Ministros en el que convocaron las elecciones generales, por lo que indicó que salió adelante «entre comillas con alevosía y nocturnidad». «Fue demasiado precipitado y no se tiene en cuenta el daño que se le hace al sector». De este modo, Marín considera que el reglamento viene a sumar quebraderos de cabeza a un colectivo que también tendrá que lidiar con otro cambio del reglamento; el correspondiente a la «pérdida de honorabilidad por sanciones graves», ya que puede conllevar «la suspensión del transporte a la empresa por un año», dijo Marín al mismo tiempo que puntualizó que si un trabajador comete «una barbaridad» podría provocar que el resto de trabajadores «se queden sin trabajar». Por otra parte, recordó que el sector tiene dificultades para la contratación de conductores, ya que se trata de un trabajo «duro», que supone mucho tiempo en carretera y fuera de casa. Así, comentó que en muchos casos se tiene que recurrir a conductores extranjeros.