La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) pide ahondar en la necesidad de rejuvenecer la plantilla actual del Ayuntamiento de Ciudad Real, así como de mejorar varias de las instalaciones con las que cuenta el Consistorio capitalino. Dos retos a los que deberá hacer frente la nueva alcaldesa de Ciudad Real, Eva María Masías, tras el traspaso de poderes de la anterior regidora, Pilar Zamora, apunta el sindicato.
CSIF considera fundamental actualizar la plantilla de dicha administración y dotarla de personal más joven, pues actualmente la mayor parte de sus trabajadores roza una media de 60 años de edad. Asimismo, reclama la mejora de los centros sociales, entre ellos el de Pío XII, así como el equipo de climatización del edificio de Urbanismo; sin olvidar tampoco, la tan necesaria construcción de una nave para el servicio de limpieza, en la que se disponga de espacio suficiente.
Aunque durante el mandato de Zamora se ha mejorado la eficiencia energética de la Casa Consistorial y se ha edificado una nueva nave para mantenimiento, las condiciones de trabajo del personal deben seguir mejorando. Prueba de ello es que la flota de vehículos con la que cuenta el personal de mantenimiento tiene más de 30 años. Camiones muy envejecidos, poco eficientes y contaminantes, que deberían ser renovados, como se ha hecho con los de la Policía Local.
Desde el sindicato se quiere reivindicar también en esta nueva etapa la revisión de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), solicitada desde 2016, para la totalidad de la plantilla, ajustando el trabajo realizado y las retribuciones percibidas.; es preciso avanzar en la profesionalización de un servicio público de calidad para la ciudadanía.
De igual forma, para la Central Sindical es clave actualizar las funciones a 2021. La implantación de la administración electrónica supone un gran cambio en las funciones y servicios al ciudadano, y que afecta tanto a promociones y a reorganizaciones internas.
Por último, Masías deberá hacer frente a la negociación del teletrabajo. Una nueva forma de prestación laboral desarrollada durante la pandemia que, a juicio de CSIF, debe regularse en estos momentos, como la tan necesaria desconexión digital.