El Herbalife Gran Canaria ha desperdiciado una oportunidad de acercarse a semifinales en la Fase Final de la Liga Endesa tras sucumbir este miércoles ante el Casademont Zaragoza (85-76), un equipo que ya estaba eliminado y que supo aprovechar la presión que consumió a su rival para apuntarse su primer triunfo en Valencia.

El equipo canario necesitaba sumar su tercera victoria para depender de sí mismo en la última jornada ante el Valencia Basket, pero encajó una derrota que complica sobremanera en la Fase Final, de la que podría quedar eliminado esta misma noche.

Durante un tiempo muerto en el primer cuarto, el entrenador del Gran Canaria, Fotis Katsikaris, avisó a sus pupilos de que habían salido con "cero respeto" al Zaragoza y su temores se acabaron confirmado. El exjugador del Herbalife Nico Brussino (20 puntos, 9 rebotes y 34 valoración) y el joven de 19 años Jaime Pradilla (14 y 7) firmaron el triunfo del único equipo que aún faltaba por estrenarse en la Fonteta.

La presión consume al Gran Canaria - Foto: ACB PHOTO / J.M. CASARES

Y eso que el equipo canario arrancó el partido con fuerza y tres triples de Stan Okoye ante sus antiguos compañeros le permitieron escaparse en el marcador (12-20). Tras el descanso, un nuevo triple de Omar Cook puso el +11 (48-59), la máxima distancia a favor del Gran Canaria, pero entonces llegó su inesperado derrumbe.

Ahogado por las pérdidas (16) y por la gran defensa de un adversario que jugaba sin ninguna presión, el equipo que sí se jugaba la vida encajó un parcial de 27-7 que le hizo asomarse al abismo cuando faltaban ocho minutos por jugar (75-66). Atenazado por los nervios que afectaron a jugador tan veteranos como Cook o Ioannis Bourousis, el 'Granca' ya no pudo volver a la carga.

Llegó a acercarse a dos puntos (76-74, min.35), pero con más corazón que juego, y cuando la fe se agotó también lo hizo el conato de remontada. Rodrigo San Miguel, el más veterano al mando de un grupo de chavales, liquidó el encuentro con un triple a falta de 50 segundos (85-76) que terminó de torcer el gesto a un incrédulo Katsikaris. Sus jugadores solo habían anotado 10 puntos en el cuarto decisivo.