«Es el mayor despliegue de la historia de Cruz Roja"

C. de la Cruz
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La presidenta de Cruz Roja Ciudad Real destaca la oleada de solidaridad dentro de la dramática situación que ha supuesto la crisis sanitaria y alarma sobre el avance de la pobreza

«Es el mayor despliegue de la historia de Cruz Roja" - Foto: Rueda Villaverde

Rosario Lafuente cogía las riendas de Cruz Roja Ciudad Real en un momento tremendamente difícil por el golpe que supuso la pérdida de la anterior presidenta, Amparo Messía de la Cerda, el 9 de abril, y en medio de una terrible crisis sanitaria. Como delegada especial con funciones de presidenta, Rosario muestra siempre una sonrisa, una invitación a buscar el lado amable de las cosas y una forma de entender el mundo basada en la generosidad.

 

¿Qué ha supuesto la pandemia de coronavirus para Cruz Roja?

Ha supuesto y sigue suponiendo que nos encontremos ante el mayor despliegue de Cruz Roja en sus 155 años de historia. Nunca hemos vivido algo como esto. Mantenemos el Plan Cruz Roja Responde, que ya existía antes de la crisis sanitaria, pero la movilización ha sido increíble para asistir y estar junto a los más vulnerables, que son las personas mayores, los niños, las personas que se han quedado sin trabajo... En Ciudad Real y la provincia desde el 16 de marzo hemos atendido 15.583 personas y hemos dado respuesta a 66.358 ayudas.

 

La crisis sanitaria ha dejado heridas físicas, pero también sociales y económicas.

Totalmente. Esto no es sólo una crisis sanitaria sino que también lo es social y laboral. No sólo ha puesto a prueba el sistema inmunológico, sino también nuestra cohesión. Por ello, desde este 1 de junio y hasta el 31 de diciembre continúa el Plan Cruz Roja Responde, vamos a ampliar este programa para que sea de recuperación. Queremos restablecer las condiciones de las personas, reforzar los servicios según se nos vaya exigiendo. Esperamos seguir contando con la solidaridad de todas las personas que nos han ayudado hasta ahora y que podamos decir dentro de unos meses que estamos mucho mejor que ahora, que no hemos defraudado a nadie y que hemos estado al lado de los más vulnerables.

 

Antes del coronavirus ya se advertía cómo crecían las desigualdades. ¿Tras esta pandemia nos vamos a encontrar con un aumento de la pobreza?

Tristemente ya la estamos viendo. Teníamos usuarios en planes de inclusión social y a raíz de esta situción hay personas que se han quedado sin nada, sin ayuda o sin ningún sitio al que recurrir. Cruz Roja seguirá ayudando a estas personas. Por poner un ejemplo hay mucha gente del sector de hostelería que lo ha perdido todo, familias con situaciones dramáticas que no podían alimentar a sus hijos. Algunos tenían ahorros y se los han gastado, no pueden llegar a fin de mes porque también ha habido retraso o no han recibido las prestaciones aún. Antes de esta pandemia ya había familias que lo estaban pasando mal, pero en esta crisis sanitaria ha sido una explosión.

Hay personas con muy pocos medios. Cruz Roja ha ayudado con productos básicos, de higiene y alimentación, con ayudas para pagar gas, luz o alquileres. Son familias que no se esperaban estar en esta situación y que han llegado a Cruz Roja durante esta crisis sanitaria. Han aumentado un 70 por ciento la petición de ayudas a las familias.

 

¿Las personas mayores también han sido de los colectivos más afectados por la crisis?

Cuando la pandemia la pasas en soledad, ser mayor y estar enfermo es muy complicado, y encontrar a alguien al otro lado ayuda mucho. Es un colectivo muy agradecido. Cuando no tenían a nadie para hacer la compra los voluntarios se acercaban, les llevaban los artículos de primera necesidad, los medicamentos...

Además teníamos otro programa que es para las personas que han necesitado ayuda psicológica. Se han atendido once mil llamadas de ayuda psicológica para ofrecer todo nuestro apoyo, para hacer la soledad mucho más llevadera.

 

¿Y las personas sin hogar?

Teníamos un programa de apoyo que por determinados sitios todas las noches se repartía comida a estas personas sin hogar. Lo que nos caracteriza no es sólo dar la ayuda, sino el apoyo que se ofrece, hacerles saber que se puede salir de esta situación. Con el confinamiento no podían estar sin hogar y se ha intensificado el trabajo con los ayuntamientos y nuestros voluntarios iban todas las tardes para estar con estas personas y les ayudaban a darles pautas sanitarias, a estar pendientes de ellos. Entre lo bonito, entre cuatro y cinco personas pueden salir de esta situación tras la crisis sanitaria. Les hemos arropado, es importante el apartado afectivo. También hemos dado cobertura a inmigrantes y refugiados, es fundamental estar con ellos.

 

Más allá de las ayudas, formar a las personas siempre ha sido uno de los puntos importantes de Cruz Roja.

A raíz de esta situación algunos de los programas que teníamos los hemos tenido que enfocar a Cruz Roja Responde para atajar la urgencia de la crisis sanitaria. A partir del 1 de junio se retoman los programas de formación porque no se podía abarcar todo a la vez. Se reiniciarán de forma escalonada. Durante este tiempo sí que hemos entregado 50 tablets a niños para que pudieran hacer la tarea. Antes la hacían en Cruz Roja y ahora la están haciendo en casa.

 

¿Cómo ha respondido la gente a la llamada de Cruz Roja?

La solidaridad ha sido increíble. Es solidaridad en estado puro. Hay personas que han confiado en nosotros. Te llena de emoción porque hay que seguir ayudando. Estamos al lado de los más vulnerables, nos reconforta. Ha habido una oleada de solidaridad como nunca antes lo habíamos visto. Ha sido lo mejor de esta crisis sanitaria. Te ves reconfortada de ver que vivimos en una España solidaria, con tantísimas ayudas de la gente, empresas, clubes, asociaciones... que se han sumado a Plan Cruz Roja Responde. Te quedas con lo bonito que es que todos juntos somos más fuertes. En el fondo no es el mérito de Cruz Roja, sino de la gente que ha confiado, que ha respondido gratamente de la llamada de la solidaridad. La palabra que más hemos dado en los últimos días ha sido gracias, con todo lo que eso significa. Aprovecho la ocasión para dar las gracias a todas las personas anónimas que nos han ayudado.

 

¿Cuánta gente forma parte de esta gran familia?

En todas las asambleas de la provincia somos 3.300 voluntarios, se han movilizado 633 a raíz de esta crisis y contamos con 125 trabajadores y 17.267 socios. Todos los presidentes han estado con sus voluntarios, que se han dejado la piel, al pie del cañón todos los días. Sin todo este despliegue no lo habríamos podido hacer. Juntos somos más fuertes, apoyándonos siempre vamos a poder salir. En medio de esta pandemia ha habido un incremento de voluntarios y de personas colaboradoras. Nuestros voluntarios son el alma de Cruz Roja. Sin ellos, con esa actitud de ilusión, sería imposible. Ellos mismos nos comentan de primera mano cómo reconforta ayudar. Sin esperar nada a cambio, no hay mayor solidaridad que dedicar tu tiempo a otras personas.

 

Y el recuerdo a Amparo, ¿todavía muy presente?

Amparo siempre va a estar con nosotros. Me encantaba trabajar con ella. Me produce una enorme tristeza recordarla, siento mucha pena de que no esté con nosotros. Era una persona entrañable, trabajadora, siempre atenta a los más vulnerables. Yo la conocía desde 1995 y sientes la pérdida de un ser humano excepcional que he tenido la suerte de conocer.