Se salvó de la picota por los ‘pelos’ en el año 2006, se sometió a varios procesos de subasta, ninguno de ellos con éxito, como tampoco su adjudicación directa. La antigua sede de Cruz Roja, ubicada en la ronda de Ciruela, ha vivido su particular ‘calvario’ en los últimos años y actualmente este edificio, que cuenta con una figura de protección, tiene en su fachada dos grandes grafitis, uno en cada parte que se suman a las pequeñas firmas y garabatos que hay también en uno de los laterales de su fachada y que se añaden al deterioro que viene sufriendo este inmueble.

Esta casa, de estilo modernista, edificada a principios del siglo XX está incluida en el Catálogo de Edificios, con el nivel de protección B, Protección estructural, lo que supone principalmente «conservar el aspecto exterior», según informaron a este diario fuentes de la Junta de Comunidades.

El inmueble está a la espera de un proyecto de rehabilitación que ponga fin al abandono que sufre en los últimos años y que permita que este inmueble de la capital tenga una nueva vida. «Aparte del grafiti hay más cosas que hacer dentro de un proyecto de envergadura para utilizarlo y evitar los daños de su abandono», agregaron dichas fuentes, al mismo tiempo que subrayaron que hay «varios proyectos que se están barajando» por parte de la Junta de Comunidades, que es la propietaria de este edificio desde 2006. «Lo mejor para conservar algo es utilizarlo», indicaron tras recordar que periódicamente se hacen tareas de mantenimiento y limpieza, principalmente para retirar los restos de palomina que se acumulan.

Esta no es la primera vez que este inmueble de la capital ha sido objeto de vandalismo, ya lo fue «hace unos años» y se adoptaron medidas al respecto, si bien reconocieron que hacía tiempo que no había ningún caso de este tipo, si bien actualmente en su fachada puede verse un gran grafiti.

La rehabilitación de la antigua sede de Cruz Roja es uno de los proyectos incluidos en el Plan de Modernización Ciudad Real 2025. «Se trata de ponerlo en uso y que ese uso respete los valores patrimoniales del bien», apostillaron. Sin embargo, el cronograma del plan no se ha cumplido para esta casa de estilo modernista que sigue sufriendo el paso del tiempo con sus puertas cerradas a cal y canto. El mencionado documento contemplaba una dotación de 850.000 euros para el año 2019, a punto de finalizar, y 2020. La partida debía correr a cuenta de la Junta de Comunidades, sin embargo, no hay todavía ni partida ni proyecto definitivo para este inmueble que ahora sufre su particular calvario con la degradación de su imagen que ofrecen los grafitis pintados en su fachada.

Desde el Ayuntamiento de Ciudad Real informaron que procederán a su limpieza si se lo solicitan, según su edil de Medio Ambiente, Mariana Boadella, quien explicó que la retirada de los grafitis es «muy costosa» por el agua, los productos que se utilizan y el esfuerzo que conlleva. De hecho, comentó que en algunos casos, debido al material que se utiliza para las pintadas, es más fácil pintar encima. La reforma de este inmueble no sólo pasaría por la retirada de las pintadas de la fachada, sino por «una intervención profunda» para dar una nueva vida a este edificio emblemático de la capital.