Juan Pablo Marciel, presidente del Balonmano Alarcos, quiso ofrecer su versión de lo ocurrido a raíz de la dimisión de Javier Márquez y todo su cuerpo técnico. «Todo nos ha pillado de imprevisto, ha sido una sorpresa», confesó el máximo dirigente de la entidad, que aseguró que «yo también dimitiría si esta decisión fuese lo mejor para el club», insistiendo en que la entidad está por encima de todo y de todos. Arropado por los integrantes de la junta directiva, ninguno de ellos aseguró haberse sentirse aludido cuando leyeron en el comunicado de dimisión que «la pérdida de la confianza por una parte de la junta directiva» era el principal motivo expuesto para justificar la decisión. «La junta directiva es una unidad y cuando hablo yo o lo hace otro directivo lo hacemos en nombre de todos», añadió.

Marciel explicó que no descartan movimientos en la plantilla, «aunque ahora no es una prioridad», aclaró. Para concluir, el presidente quiso transmitir «cariño y respeto» al anterior cuerpo técnico y recordó que la decisión de apostar por Javier Laguna es un ejemplo de la filosofía de cantera de la entidad.