Un esperado regreso

Eduardo Gómez
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Las atletas internacionales Sonia Molina y Marina Lobato se ejercitaron sobre la pista de Manzanares por primera vez desde la declaración del estado de alarma

Sonia Molina (izquierda) y Marina Lobato, en la pista de atletismo de Manzanares. - Foto: LT

Tras más de dos meses de cuarentena, los deportistas poco a poco van viendo la luz al final del túnel. Así, las atletas internacionales Sonia Molina (Scorpio) y Marina Lobato (FC Barcelona) volvieron a pisar este martes por la tarde una pista de atletismo, tras 60 días encerradas en sus casas y donde han seguido sus entrenamientos como han podido.

Se conocen desde hace mucho tiempo y pasaban pocos minutos de las cinco cuando las dos accedieron a la pista de atletismo de Manzanares por una puerta lateral y cumpliendo todo el protocolo en cuanto a limpieza y seguridad se refiere.

«Empezamos a hablar y un calentamiento de 20 minutos se nos fue a 40», bromea Molina, especialista en 200 metros lisos, que agradece la disposición del Ayuntamiento de su localidad natal para poder hacer uso de estas instalaciones. La puertollanera Marina Lobato no dudó en hacerse más de 80 kilómetros en coche para poder ejercitarse allí. «Ahora valoramos todo más, fui con más ganas que nunca», admite la campeona de España sub 23 de triple salto.

Sin competiciones programadas ya para lo que resta de campaña, el objetivo de las dos es seguir con sus entrenamientos, «pero ya vamos viendo que todo esto va acabando y es una motivación fuerte», explica la velocista manzanareño. 

Habitualmente, Sonia Molina reside en Granada y Marina Lobato en Madrid, donde tienen su grupo de entrenamiento y se preparan para continuar en la élite. En esta fase de la desescalada, ninguna de las dos sabe realmente cuándo podrán volver a sus destinos. «Tengo ya muchas ganas de volver a Granada y estar de nuevo con mi entrenador y compañeros», admite Molina, que aprovecha estos días para reforzar sus estudios de inglés.

Marina Lobato, que en estas semanas se está examinando on line de varias asignaturas de Medicina, se ejercita normalmente en las instalaciones del CAR de Madrid y vive en la Residencia Blume. «Cuando Madrid pase a la fase 2 volverán a abrir la residencia», explica, si bien, las instalaciones del CAR ya han reabierto. Para poder trasladarse a la capital necesitaría un salvoconducto de la Federación Española de Atletismo y pasar un reconocimiento médico, pero de momento prefiere continuar con su preparación deportiva y académica junto a su familia.