Poco a poco, el Vestas Alarcos va haciendo oficiales sus primeros movimientos de cara a la próxima temporada. Al fichaje del portero griego Kostas Kotanidis, la baja del meta catalán Fran Revuelta y la continuidad de todo el cuerpo técnico, ayer se anunciaban las renovaciones de sus dos capitanes, Brian Negrete y Juan Lumbreras, que de este modo cumplirán su octava y séptima temporada en el club, respectivamente.  

Aunque el club aún no lo ha confirmado, el que no va a seguir es el pivote extremeño José Javier Candeleda, que después de cinco años como alarquista pone fin a una etapa «muy bonita», de la que guarda grandes recuerdos, sobre todo de los primeros años, en los que «éramos como una familia, con más gente de Ciudad Real, porque luego el equipo se fue profesionalizando poco a poco, con más gente de fuera». El ascenso a Plata y la clasificación en la última jornada para la primera fase de ascenso a Asobal los destaca como sus mejores momentos, mientras que en la cara más amarga de su lustro alarquista situaría este último año, en el que el entrenador ha contado poco con él «y no he podido ayudar al equipo tanto como quería; ha sido muy duro para mí, aunque entiendo que son decisiones técnicas».