La situación del deporte catalogado como ‘no profesional’ sigue cargada de incertidumbre y vaivenes con el paso de las fechas, en el marco de la crisis sanitaria provocada por la pandemia. Si el pasado viernes las federaciones territoriales recibían la advertencia desde la Consejería de Sanidad de que los clubes no podrían saltarse el cierre perimetral de la comunidad autónoma, postura que horas después suavizaba, ayer surgía la posibilidad de que los estadios y los pabellones puedan volver a abrir sus puertas para los aficionados, algo que quedaba prohibido en todo el territorio regional cuando el pasado día 5 la Consejería decretaba medidas especiales de nivel 2 en todos los municipios de Castilla-La Mancha, salvo en los que ya estaban en nivel 3.
Este lunes la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha (FFCM) tomaba parte, con sus homólogas del resto de comunidades, en una reunión con la Federación Española en la que se acordaba solicitar de manera conjunta a sus respectivos gobiernos autonómicos una revisión de la norma para volver a permitir la presencia de aficionados en las gradas, argumentando con datos oficiales la escasa incidencia que ha tenido en la propagación del virus la celebración de acontecimientos deportivos con público.
Además, mañana jueves hay prevista una reunión telemática de los directores generales de Salud Pública de todas las comunidades con el Consejo Superior de Deportes, en la que pedirán un criterio común por parte del Gobierno central para evitar que haya disparidad normativa entre las autonomías.
Pablo Burillo, presidente de la FFCM, escribía ayer en Twiter que se sigue «trabajando para que el público vuelva a las instalaciones deportivas. Para los clubes es esencial. El compromiso de todos ha sido indudable y ejemplar. Según estudios contrastados, el entorno deportivo es seguro».
Los clubes ven esta opción con ilusión y como el único modo de poder sobrevivir económicamente a la pandemia. «Sabemos que desde las federaciones se está trabajando en este sentido, para que nos dejen meter público por porcentaje de aforo. Llevamos con las puertas cerradas desde la primera jornada, sin ingresos por taquilla, bar o rifas, y en otras comunidades que están con peores datos de contagio sí lo están haciendo, y esto no tiene sentido», afirma Juan Pablo Marciel, presidente del BM Alarcos. Desde Socuéllamos, Kiko Santos, presidente del Kiele, era rotundo: «No poder meter a público será la ruina de los clubes».