Adela Cortina: «¿Nos queda realmente la palabra?»

J.M.
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La filósofa ha recibido hoy el Premio Palabra de las asociaciones de perioditas y la Fundación César Egido Serrano y denunció el uso «mendaz» de palabras como democracia o patria

Adela Cortina: «¿Nos queda realmente la palabra?» - Foto: Víctor Ballesteros

La filósofa y ensayista valenciana Adela Cortina principió la alocución con una ironía: «Me han dejado sin palabras». Una ironía porque la intelectual aterrizó hoy en Toledo para recibir de parte de la Fundación César Egido Serrano y la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) el ‘Premio Palabra’. Entre sus méritos, por ejemplo, la acuñación de una que ha calado entre los hispanohablantes: ‘Aporofobia’, cuyo significado es odio a los pobres.

El Palacio de Fuensalida de Toledo, sede del Gobierno de la Junta de Comunidades, albergó este acto que rendía homenaje a esta catedrática emérita de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. El jurado -integrado por los periodistas Lucía Méndez, Juan Cruz, Nemesio Rodríguez, Alfonso Sánchez, Carmen del Riego y el recientemente fallecido José Oneto- ha distinguido a la también colaboradora del diario El País en esta segunda edición cuyo lema es tolerancia.

 «Agradezco este premio que se propone propiciar la buena convivencia, la tolerancia y la justicia en nuestras sociedades a través del medio más propiamente humano: la palabra. Siempre necesitó una decidida defensa para poder ejercer su tarea, pero hoy, tal vez, más que nunca», manifestó al respecto Cortina durante la alocución, en la que mencionó al filósofo griego Aristóteles.

Cortina destacó que la palabra es, según Aristóteles, la base de la familia y de la amistad, y de la comunidad política. «No existe el lenguaje privado, incluso nuestros monólogos son diálogos internalizados», sostuvo antes de recordar las palabras de Hamlet, el personaje de William Shakespeare, o de Carmen, de Miguel Delibes. Y apostilló: «El diálogo debería sustituir a la violencia a la hora de resolver los problemas que surgen de la vida en común».

El discurso estuvo salpicado de referencias, por ejemplo, al poeta Blas de Otero. «¿A fuerza de manipulación se ha prostituido la palabra?», lanzó Cortina, reconocida también con el Premio Nacional de Ensayo en 2014 y cuyo nombre figura también en la Real Academia Española para explicar el significado de ‘Aporofobia’ como acuñadora. Una aportación que mereció la distinción como palabra del año en 2017 para la Fundación del Español Urgente.

La filósofa prosiguió con el concepto de ‘posverdad’, «una moneda corriente» de nuestra sociedad como alteración de la realidad. «La normalización de la ‘posverdad’ o ‘fake news’, los bulos, como un rasgo de nuestra cultura social y política tendrá una nefasta consecuencia, que ni siquiera nos quede la palabras», aseveró.

«La retórica manipuladora es muy antigua, pero hoy está cobrando un protagonismo inusitado en el mundo de la comunicación política, a través de teorías que defienden decididamente la legitimidad de utilizar en el debate público interpelaciones con significantes ambiguos o vacíos, pero con una connotación positiva para la gente», indicó y subrayó la utilización, en este sentido de palabras «bien sonantes» como democracia, progreso, patria o soberanía.

Y agregó: «Los mensajes que se construyen con ellas no responden a las pretensiones de veracidad, verdad y justicia, sino que son mensajes mendaces e injustos. ¿Se está adulterando y desfigurando hasta la saciedad el diálogo? ¿Se están destruyendo los puentes de auténtica comunicación? ¿Nos queda realmente la palabra?».

A continuación, la autora de numerosas publicaciones remató la alocución en el Palacio de Fuensalida con la aseveración de que en la defensa de la buena palabra y del buen diálogo «nos jugamos el presente y el futuro de una convivencia veraz y justa».