Cuando un colegio se cierra se apaga un poco el barrio que lo acoge. El ajetreo de los niños, de los profesores y de los padres da paso al silencio y tras éste, al abandono. El colegio Ciudad Jardín cerró sus puertas en julio de 2017, un cerrojo que se echó tras no registrar solicitudes de ingreso y que se sumaba al cierre decretado un año antes del Juan Alcaide. Sin embargo, actualmente el colegio Ciudad Jardín está inmerso en un proceso de reforma que tiene como finalidad modernizar este inmueble, que data del año 1979, y dotarlo de una nueva vida, también ligada a la enseñanza, aunque en este caso será con la educación no formal que se ofrece a través de la Universidad Popular. «Creo que para el barrio va a ser muy importante porque el cierre de un colegio supone menos vida, pero recuperando el espacio, que estará todos los días abierto, y con actividades, va a ser muy positivo», afirmó la edil de Participación, Sara Martínez, en una visita con La Tribuna a la que asistió también la edil de Urbanismo, Raquel Torralbo, quien resaltó que esta actuación supone «recuperar un edificio que estaba ya sin uso y llenarlo de vida», por lo que será «una zona de ebullición» a través de la mencionada Universidad Popular. 

A mediados de mayo arrancaron unas obras cuyos avances son visibles desde la propia valla exterior, con la sustitución de todo el cerramiento perimetral y las tareas de reordenación del patio para habilitar 80 plazas de aparcamiento, para lo que se utilizará en gran parte la antigua pista deportiva del colegio y se le dotará de iluminación y de jardinería. La puerta de entrada al centro ofrece también una diferencia significativa: la accesibilidad, dado que anteriormente el acceso principal contaba con escaleras y una rampa con gran pendiente que la hacía impracticable para las personas con movilidad reducida. «Este equipo de Gobierno da una prioridad absoluta en todas sus intervenciones a la accesibilidad», subrayó Torralbo, quien se refirió también al ascensor que ya se ha instalado en el centro para conectar la planta baja y la segunda planta.

También se han ejecutado los aseos accesibles con los que contará este centro y desarrollado actuaciones en las aulas. En total habrá cuatro aulas en la planta baja, además de un Punto de Inclusión Digital (PID) y una biblioteca, ya que este antiguo colegio albergará la biblioteca del centro social de Pío XII. La planta superior contará también con otras cuatro aulas. «Cuando se hace una rehabilitación tan intensa como ésta hay que adaptarla a todas las normativas vigentes», detalló Torralbo, por lo que se abordan también cuestiones como la renovación de toda la instalación eléctrica, de agua, de calefacción, de sistemas anti-incendios o de robos. La actuación avanza a «buen ritmo» y de hecho está «muy avanzada» aunque el plazo total de ejecución es de diez meses. 

Una nueva vida de enseñanza - Foto: Rueda VillaverdeLa intervención corre a cargo de la empresa Proimancha Ingeniería y Construcción S. L. y supone una inversión de 600.000 euros, de los que 100.000 euros están financiados por la Diputación. Con ella se pretende concentrar toda la oferta que aglutina la Universidad Popular y que actualmente se encuentra dispersa. «Queríamos apostar por ese proyecto porque es verdad que en la Diputación y en la provincia está muy consolidado, pero en Ciudad Real no lo teníamos y hemos decidido apostar por ello, en un principio en un formato online, pero con este edificio va a ser una oportunidad muy interesante, también para el barrio de Ciudad Jardín», detalló Martínez. 

La previsión con la que trabaja el Ayuntamiento es que, una vez finalizadas las obras en el primer trimestre del año que viene, se le dote de mobiliario y personal, de manera que la programación de la Universidad Popular podría arrancar en esta nueva sede en septiembre-octubre del año que viene, si bien el Consistorio tratará de agilizar el proceso para que se ponga cuanto antes en funcionamiento.

Más fotos: