Las Tablas inicia el proceso de desecación estival

A. Criado
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La dirección del humedal avanza que en unas semanas cesará la entrada de agua procedente del río Guadiana, un extremo que el año pasado se produjo el 16 de julio.

Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel. - Foto: Rueda Villaverde

El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel ha iniciado el proceso de desecación estival con alrededor de 625 hectáreas encharcadas, lo que representa algo menos del 40 por ciento del total. Además, tal y como avanzó a este diario la dirección del humedal, «en una o dos semanas» cesará la entrada de agua procedente del río Guadiana, un extremo que el año pasado no se produjo hasta mediados de julio, en concreto hasta el día 16.

Un escenario preocupante para el parque nacional ciudadrealeño como consecuencia de un año hidrológico, hasta la fecha, pobre en precipitaciones, que ha provocado que los aportes del Guadiana, «hoy ya escasos», se hayan reducido también en el tiempo. Con más retraso que en años precedentes, el agua comenzó a entrar en el humedal el 7 de febrero a través del puente de Molemocho, aliviando la situación vivida en el otoño de 2018 por culpa de la falta de lluvias y la extracción continuada de aguas subterráneas del Acuífero 23.

A las puertas del inicio del verano, la dirección del parque prevé todos los escenarios posibles, desde la posible llegada de precipitaciones, que harían algo más llevadero el periodo estival, a un final de año hidrológico igualmente seco, que agravaría el proceso de desecación. Hay que recordar que el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) establece que en tanto se recupera la funcionalidad hidrológica natural del Alto Guadiana, el Organismo de Cuenca debe garantizar los aportes de caudales para la inundación y conservación de la biocenosis de Las Tablas mediante una aportación regular a partir del acueducto Tajo-Segura.

En caso de que sean necesarias estas derivaciones, se efectuarán intentando reproducir el régimen de inundación natural del humedal. Se establecería como objetivo mínimo de inundación alcanzar 1.400 hectáreas inundadas a comienzos de primavera y 600 hectáreas a finales del verano. La alternativa a los trasvases es poner en marcha una batería de sondeos de emergencia, con el objetivo de evitar que pueda producirse la autocombustión de las turbas del parque nacional, como ya ocurrió en el año 2009.

En clave turística, el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel registraba 61.886 visitantes a 1 de mayo, lo que supone alrededor de 10.000 personas menos que el año anterior en las mismas fechas. Cabe destacar que las pocas lluvias caídas en la zona coincidieron con los días fuertes de Semana Santa, lo que restó afluencia de turistas.