El Auditorio La Granja acogió a Loquillo, una estrella convertido en historia viva de la música en nuestro país, con una popularidad que va más allá de la música. José María Sanz Beltrán (Barcelona, 1960) es un referente de la historia musical gracias a su carisma y a su libertad, que le han hecho permanecer en el mundo de la canción al margen de las tendencias o las modas pasajeras. Incendiario y singular, este viernes hizo retumbar Ciudad Real con la vitalidad que le acompaña cada vez que se pone delante de un micrófono disparando rock and roll.

Loquillo llegó y aparcó su Cadillac solitario en el escenario donde presentaba su último disco, 'El último clásico', nacido de la colaboración de compositores como Marc Ros, Carlos Zanón, Leiva, o Gabriel Sopeña, como Creo en mí, Los buscadores, Lo importante es amar o Gafas de sol. El concierto de Feria no defraudó a los fans de Loquillo, ante un público entregado, pegado a las sillas, y que vivió con intensidad una cita marcada en rojo en el calendario de la Feria de la capital. 

Noche de rock con Loquillo

Loquillo, que se definió como un "hedonista revolucionario”, agradeció a Ciudad Real el esfuerzo que ha realizado para poder traer este concierto a la capital, después de un año tan difícil para el  sector cultural. Por ello, dijo, apostar por nuestra música es, "sin duda, ser auténticos patriotas”.

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Cuarenta años de carrera que convierten a Loquillo siempre en protagonista con cañonazos de rock.