La crítica -
Por Juana Samanes
Se ha convertido en un gran e inesperado éxito de taquilla en su estreno en Estados Unidos, al trasladar al cine el conocido videojuego de terror del mismo nombre, "Five Nights at Freddy"s", creado por Scott Cawthon, que contiene también elementos fantásticos. Detrás del mismo se encuentra Blumhouse, los estudios actuales más famosos especializados en este género, artífices de películas como Déjame salir, Us o la divertida Feliz dia de tu muerte.
Mike es un joven atormentado por su pasado, porque aunque tiene a su cargo a su hermana pequeña Abby, no ha logrado superar el trágico secuestro y desaparición de su hermano, ocurrido diez años atrás. Ante la posibilidad de perder la custodia de su hermana, por no tener trabajo, acepta convertirse en el guarda de seguridad nocturno de un restaurante temático abandonado, la Pizzería Freddy Fazbear, donde ocurren inexplicables fenómenos sobrenaturales que harán peligrar su vida.
El sencillo juego imaginado por Cawthon se transforma en una historia cinematográfica de argumento simple pero bien rodado, con un suspense perfectamente dosificado en su arranque, que provoca que, la primera hora de metraje, cualquier espectador salte del asiento, en algún momento, debido a la tensión. No obstante, a medida que el elemento terrorífico cede ante los fantásticos el film se desploma un poco y se convierte en un largometraje más previsible y más de serie B. Afortunadamente cuenta con la buena actuación de su protagonista, Josh Hutcherson, recordado por su participación estelar en la saga Los juegos del hambre, quien vuelve a demostrar que es un gran intérprete que sabe transmitir un estado emocional tormentoso. Está bien secundado por la niña Piper Rubio. No obstante, uno de los atractivos de la película es cómo han construido los icónicos personajes animatrónicos del film, de un tamaño aterrador (dos metros) que son creaciones de Jim Henson"s Creature shop, la compañía de la que surgieron muñecos tan divertidos como The Muppets. Los responsables de la película han afirmado que Piper les cogió tanto cariño, a pesar de su aspecto turbio, que les daba un abrazo a la llegada al plató y al despedirse, aunque dieron muchísimo trabajo. Así fueron necesarios hasta seis marionetistas para manejar a Foxy, el muñeco animatrónico más complejo.
Detrás de la cámara se encuentra la directora Emma Tammi que siempre tuvo claro que quería hacer una película aterradora pero entretenida. En ese engranaje se entiende que su desarrollo cuente con muchos elementos efectistas para mantener la tensión, a pesar que el miedo más profundo es que a Mike, el protagonista, le persigue el pasado, porque convive con un sentimiento de culpabilidad que no consigue superar. Algo perfectamente comprensible y real.
Especialmente cuidado en este film es el decorado de la pizzeria/ salón recreativo, que ahora se encuentra en un estado de abandono, donde la sensación nostálgica que puede producir a algunos, se diluye ante ciertos elementos espeluznantes.