«El Dakar ayudará a la evolución de Arabia Saudí»

Manuel Espadas
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Entrevista a Darío Rodríguez Morales, enfermero de Saceruela que forma parte del equipo sanitario de la organización del Rally Dakar

Darío Rodríguez Morales (a la izquierda) conversa con Fernando Alonso. Foto: Foto cedida por Darío Rodríguez Morales

Darío Rodríguez Morales aprovecha los pocos periodos de descanso de los que disfruta para hacer balance de lo que está siendo su novena participación en el Rally Dakar. Comparte todoterreno medicalizado con Joaquim Terricabras, traumatólogo del FC Barcelona, en una edición en la que la mítica prueba ha cambiado los desiertos sudamericanos por los de Arabia Saudí. Un Dakar que este domingo se teñía de luto por la muerte en accidente del piloto portugués Paulo Gonçalves, un hombre al que el de Saceruela conocía a la perfección y apreciaba mucho.

 

Tienen que estar siendo momentos muy duros para toda la familia del Dakar. Todo el mundo habla muy bien de Paulo.
Ha sido una pena. Siento mucha tristeza y sigo conmocionado por su pérdida. Lo conocía muy bien. Era una persona súper afable, humilde, buena gente, un luchador, uno de los pilotos top más veteranos, sonriente siempre y carismático. Os aseguro que ha dejado huella. Tengo tantas imágenes de él luchando con su cuerpo menudo y gran corazón entre tantos gigantes... Era amigo de todo el mundo. Al menos, me quedo con que ha muerto haciendo lo que más le gustaba.

 

¿Cómo se enteró de la noticia? ¿Tuvo que actuar en el accidente?
No. Yo estaba en un punto kilométrico por delante. Me fui enterando porque algunos pilotos nos paraban para preguntar porque habían visto a un helicóptero medicalizado y una reanimación cardiopulmonar. La organización tiene prohibido comunicar estas cosas por la radio, para evitar  el morbo de los desalmados.

 

Intentando aislar esta trágica noticia, ¿qué balance personal hace de este ‘nuevo’ Dakar?
Al margen de esto, mi experiencia está siendo muy positiva. Me he encontrado con un país por descubrir, en el que se pueden hacer muchas cosas, con todo tipo de terrenos, con dunas, rocas, arena y unos paisajes maravillosos, como nunca pensé. He recorrido en el Tango 3, que es un todoterreno medicalizado, más de 4.000 kilómetros y estoy muy contento. La cuarta etapa fue la más dura porque tuvimos que entrar en la pista que utilizan los participantes e hicimos 150 kilómetros, pero disfrutamos mucho, encontrando a mucha gente por el camino a la que pudimos ayudar. Cuando puedes ayudar a la gente y se va contenta, nosotros quedamos más contentos. Además, no podía tener mejor compañero en el Tango 3.

 

¿Qué diferencias básicas está comprobando con respecto a los Dakares en Sudamérica
Cambiar de país, de cultura y de director es desde luego mucho cambio. Todo eso ha suscitado más interés y curiosidad si cabe. El terreno es muy diferente porque no hay referencias ni experiencias anteriores, y hay un nuevo reglamento absolutamente decidido a terminar con quienes hacen trampas.

 

¿Cómo está siendo su trato personal con la gente de Arabia Saudí?
Lo que estoy viviendo aquí con la gente es brutal; es acogedora como nunca. Como ejemplo, en una etapa entramos a preguntar en una casa donde vimos luz y pensábamos que era un hotel, y salió un chico que no sólo nos llevó al hotel, sino que nos dio comida de forma gratuita. Nos explicó que su religión dice que hay que ayudar siempre al extranjero; era un chico maravilloso. Sólo me estoy encontrando ayuda y sonrisas. Está siendo un descubrimiento para mí. Todo lo que cuente es poco.

 

Se habla mucho de la falta de derechos humanos en el país, de la discriminación de la mujer… ¿Cuál está siendo tu percepción personal?
Es cierto que por su religión y por su forma de interpretar el Corán, la mujer está relegada a día de hoy, pero tendríamos que pensar que las críticas que reciben son porque vemos a sus mujeres relegadas desde nuestra óptica, pero lo que he podido comprobar es que ellas son absolutamente felices, no sé si porque asumen este papel o porque es lo que han aprendido de sus madres y abuelas. Lo criticamos porque es diferente, pero creo que si el rey de Arabia dice que ya no es obligatorio llevar velo, se lo quitarían muy pocas. Es la cultura que han mamado durante milenios. Yo confío mucho en que el Dakar va a ayudar en este sentido, con mujeres corriendo como Laia Sanz, y que esto ayudará a la evolución del país y de la mujer. Están intentando hacer una transición. Que el Dakar se esté disputando aquí traerá una nueva óptica a la mujer. Se actúa así, viniendo aquí, con un evento como éste, para cambiar las cosas, aunque no sea al ritmo que uno quiere.

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