La Hermandad de San Isidro y San Antonio Abad de Almagro anunció  hace unos días en la redes sociales que se ha visto «obligada» a suspender en lo sucesivo (esta noche deciden si la de 2020 será o no la última edición) la tradicional rifa del guarrillo del 17 de enero, debido a la modificación y endurecimiento de la normativa vigente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha sobre la protección de animales. Explica en Facebook que la situación que atraviesa la tradición del guarrillo de San Antón es «crítica». «Desde el año 2012, esta hermandad ha sido sancionada económicamente hasta en tres ocasiones por la Administración autonómica a través del Observatorio de Justicia y Defensa Animal, argumentando el uso indebido que se hace de animales vivos como reclamo para obtener un beneficio económico así como por las condiciones en que entregan los corderos, gallinas y conejos que se rifan», informa. En este contexto, la hermandad anuncia su decisión de no celebrar la rifa, argumentando que las sanciones a las que se enfrenta «son imposibles de asumir para una entidad sin ánimo de lucro como la nuestra». «Rechazamos absolutamente cualquier práctica que suponga violencia, maltrato o explotación de los animales» subraya en el comunicado, al tiempo que muestra su compromiso «firme y serio» de explorar nuevas vías «para que la fiesta siga celebrándose y la tradición perdure». «Agradecemos a todos los almagreños y a cualquiera que se haya acercado a conocer nuestra fiesta el cariño que siempre ha recibido San Antón y os animamos a que este año, más que cualquier otro, salgáis a la calle y encendamos vuestras hogueras, vengáis a probar el somallao y la limona y participéis en la rifa el día 17, poniéndole el broche final que se merece», continúa el comunicado para finalizar  culpando en parte a las administraciones y sus «normativas absurdas» de la despoblación y la pérdida de tradiciones centenarias.