Los vecinos de Las Labores se despertaron ayer con un gran susto. Sobre las nueve de la mañana, dos encapuchados atracaron la entidad bancaria portando armas de fuego. Los atracadores accedieron a la oficina dando una patada a la puerta y encañonaron a la empleada, la única persona que en ese momento había en la sucursal, situada en la plaza Mayor, y después huyeron con el dinero. Por el momento se desconoce el montante económico que se llevaron los dos ladrones, quienes al cierre de esta edición aún no habían sido detenidos, como así informaron fuentes de la Guardia Civil. La Policía Judicial se está haciendo cargo de la investigación para esclarecer lo sucedido y conocer si las armas de fuego exhibidas eran reales o simuladas.
Afortunadamente, comenta el alcalde en funciones de  la localidad, Amando Ortega, no ha habido que lamentar daños personales a pesar del «tremendo susto» que se llevó la empleada de la sucursal, quien «hace tan solo unos días vino a trabajar en esta oficina de Las Labores». «Estamos algo soliviantados pero poco a poco la normalidad ha vuelto al pueblo», comenta Ortega en declaraciones a La Tribuna. El suceso se produjo unos cinco minutos más tarde de las nueve de la mañana, relata, momento en el que los dos ladrones entraron en la sucursal, fue entonces cuando los vecinos alertados de que algo estaba ocurriendo en la oficina avisaron a la Guardia Civil y ésta al Ayuntamiento. Tras la llamada, un funcionario se acercó al lugar de los hechos, y «se encontró a la empleada llorando y muy asustada, pero los atracadores ya se habían marchado».    
Ante lo sucedido, el regidor electo lamenta la falta de medios que existe en los pequeños pueblos para garantizar la seguridad de los vecinos. «Dependemos del cuartel de Villarrubia de los Ojos pero la patrulla se encarga de vigilar todos los pueblos de esta zona, por lo que no puede estar en todos los sitios y cuando han llegado ya no estaban los encapuchados». Fiel reflejo de ello es que en el momento del suceso los agentes se encontraban patrullando Villarta de San Juan, por lo que «cuando llegaron, los  ladrones ya habían hecho el negocio que querían hacer y se habían ido», lamenta.
Es la primera vez que el municipio sufre un atraco de estas características con personas tapadas la cara y armados, pero los robos a casas particulares y fincas agrícolas ya se ha convertido por desgracia en algo habitual en los últimos tres años en el municipio. Por ello, no es de extrañar que el Ayuntamiento solicitara hace tiempo a la Subdelegación del Gobierno autorización para instalar cámaras de seguridad pero «por normativa no se puede», lamenta Ortega, quien recuerda que se pidió también poder contratar seguridad privada «pero nos dijeron que tampoco se podía». Con todo lo que está pasando, la gente «tiene miedo y está asustada», y máxime, continúa explicando, en un pueblo tan pequeño como Las Labores con tan solo 569 habitantes, según la última cifra oficial de población, y donde la mayor parte de sus habitantes «son personas mayores de 65 años». «Ya da igual que sea de noche o de día, actúan en cualquier momento», por lo que la intención del Consistorio es volver a reunirse con la Subdelegación del Gobierno en Ciudad Real y buscar diferentes medidas que «ayuden a garantizar la seguridad de los vecinos», subraya.