Hace dos años de muchas cosas. Numerosos eventos culturales se están volviendo a convocar después de que su edición correspondiente al 2020 se hubiera tenido que anular debido a la pandemia.
Y esa frase: «Hace dos años que no hacemos…» la estamos oyendo a menudo cuando se anuncian estas nuevas citas con el público, ya con más aforo aunque aún debamos cubrir parte de nuestros rostros con la mascarilla.
Como asidua que soy de estos actos, observo que está habiendo una gran afluencia a los mismos. Esto indica, además de que el miedo está bajando y la confianza subiendo, que teníamos mucha hambre cultural, si se me permite esta expresión. Tal vez hemos sufrido más de lo que pensábamos al no poder disfrutar de teatro, cine, conciertos, espectáculos deportivos… y ahora que podemos volver a ellos no queremos perder un ápice de aquello que nos gusta. 
O tal vez al ver tan de cerca los giros inesperados que da la vida queremos disfrutar más «por si acaso…».
Después de una tragedia cercana todos tendemos a pensar que, como decía Juanes, «la vida es un ratico» y, por tanto, tenemos que aprovecharla al máximo y disfrutar cada segundo que podamos. Según pasa el tiempo volvemos a olvidar esta actitud y a agobiarnos y enfadarnos por cosas del día a día que, normalmente, no merecen tanto la pena porque tienen solución. 
Parece que nos encontramos en esa etapa, la de valorar más la vida que antes, porque hemos comprobado que cambia en un segundo, no solo a nivel individual, sino global. De esto último no éramos conscientes y quizás, por eso, ahora tengamos más disparada la conciencia del Carpe Diem, que antes solo ejecutábamos ante tragedias individuales.
Mucho se ha hablado, en diferentes ámbitos, de lo que íbamos a mejorar o no a nivel humano después de la terrible experiencia que hemos vivido. Lo que está claro es que necesitábamos alimentarnos de arte, tal y como lo demuestra la respuesta a la oferta cultural que se está dando en nuestra provincia. 
Está habiendo una gran asistencia a los conciertos de jazz de estos días o los lunes musicales, por ejemplo. Y en la provincia se retomaron, con gran éxito el Festival Internacional de Teatro de Almagro, el Iberoamericano en esta preciosa localidad también, los Conciertos en la Naturaleza o las rutas por los patios de Villanueva de los Infantes, entre otros. 
El próximo fin de semana comenzará la Feria del Libro de Puertollano y, a partir de mañana, el 35 Encuentro de Poesía de Almagro.
Es cierto que el arte nos ilumina, nos ayuda a ser un poco más felices y nos eleva. Nos está ayudando a sanar las heridas que nos han invadido y  por eso, nos hayamos parado a pensarlo o no, estamos tan necesitados de él y así lo demostramos.