Escolástico González

Fontanería Pública

Escolástico González


Lealtad mutua y respeto

22/03/2021

Es difícil explicar a un elector de Ciudad Real, de Guadalajara o Albacete, a un ciudadano de a pie, que lo que suceda a 300 kilómetros de su casa, en otra provincia, afectará al resultado en su circunscripción municipal electoral. Eso es lo que sucedió hace dos años y puede volver a suceder. La disciplina de los partidos políticos alteró la voluntad de los ciudadanos y condicionó los pactos locales. Realmente este es el problema y el punto débil de estos pactos de gobierno municipal que están realizados a nivel autonómico y lejos de la voluntad de los ciudadanos, que se firmaron en despachos condicionando la autonomía municipal y alterando la voluntad de los electores. Por ello, a la nueva alcaldesa, ahora, lo que le corresponde, a estas alturas de la legislatura, es pedir lealtad para cumplir lo pactado. La misma lealtad que ella ha tenido en estos dos años aprobando y haciendo suyos los proyectos y trabajos del equipo de Gobierno. Y respeto. Respeto a las decisiones que como futura alcaldesa adopte de aquí al final de la legislatura. El mismo que ella ha tenido con las decisiones tomadas por la actual regidora.
Las únicas manifestaciones que figuran en las redes sociales de la futura alcaldesa de Ciudadanos son «lealtad» y «seguimos trabajando por Ciudad Real». Después de la semana de sobresaltos políticos, y con la que está cayendo en su partido, me han parecido las declaraciones más sensatas que pueden hacerse. Lo hace desde su cuenta en Facebook, limitándose a continuar hablando de los proyectos de Ciudad Real puestos en marcha con el superávit y a contar el día a día de su trabajo en la Concejalía. Para todo lo demás, para lo que está sucediendo en su partido se produce, por su parte, un silencio profundo y meditado. La actual alcaldesa, por el contrario, repite por los distintos medios de comunicación locales que el pacto se cumplirá, y, que, en el mes de junio de este año, en dos meses prácticamente, se producirá el pleno municipal donde se realice el cambio de bastón de mando de la ciudad, según lo acordado en 2019 y con validez hasta junio de 2023.
De aquí a junio, que se produzca el relevo, todavía pasarán muchas cosas y se seguirá hablando de si se culminará o no el acuerdo. Posiblemente se querrán revisar los pactos, romper, cambiar, añadir nuevas condiciones, amparándose en los hechos nuevos acontecidos no previstos inicialmente, que es muy socorrido y queda muy bien para no cumplir. En definitiva, esas pretensiones de cambio de los pactos no será otra cosa que gansterismo político llevado a cabo por un agente de una de las organizaciones. Eso sí, será distinto a quien firmó el pacto, y distinto a quien tiene que cumplirlo. Llamadas, opiniones, recomendaciones, desde dentro y desde fuera de su partido, incluso, porque no, presiones para que se integre en una u otra opción política, serán la tónica normal de su agenda. Ahora ha llegado el momento de demostrar si Ciudad Real es lo importante y si lo son sus ciudadanos.
Nunca fue bueno para la ciudad un pacto de estas características por lo que supone de ralentización en los asuntos vitales e importantes del diseño de la ciudad, pero ahora, en estos momentos y a estas alturas de la legislatura, lo mejor es cumplirlo por ambas partes. Lo contrario será dar por perdido definitivamente los dos próximos años. Como bien da a entender la futura alcaldesa, lo importante es seguir trabajando por Ciudad Real y que en las próximas elecciones de 2023 los electores decidan a quién otorgan su confianza. Creo que ese es el concepto de lealtad que ha querido decir a los ciudadanos.
La lealtad es una virtud que distingue fundamentalmente a las personas, pero, sobre todo, la lealtad es cumplir con lo prometido, aunque las circunstancias cambien. La lealtad es el respeto a lo pactado y lleva aparejada la exigencia de «lealtad mutua». A Eva María Masías, su lealtad ahora la obliga a seguir trabajando y en dejar que la actual alcaldesa haga el trabajo que le corresponde durante los dos próximos meses, en seguir apoyando los proyectos del equipo de gobierno municipal, desde el perfil bajo que adoptó hace ya dos años, y en prepararse para asumir la Alcaldía pidiendo, también, lealtad mutua y respeto.