José Rivero

Doble Dirección

José Rivero


Artistas improbables

01/03/2023

Aún coleando el proceso, más que probable, de sustitución de Manuel Borja-Villel, como director del Centro Nacional de Arte Reina Sofía, nos desayunamos con la continuación del despegue de ARCO-23 y sus satélites complementarios. Satélites que, pululando por la órbita del astro central, han llegado hasta nueve celebraciones complementarias del mundo del arte y las celebraciones para-artísticas en un ritual anual, centralizado y fuertemente simbólico –aprovechando sinergias y concentraciones espacio temporales– como Justmad, Art Madrid, Artist 360 o SAM-Salón Arte Moderno, dan cuenta del crecimiento desproporcionado de eventos que tienen que ver tanto con lo artístico como con lo comercial. Y con la endiablada vocación de Madrid por fagocitar y centralizar todo lo que ocurra. 
Si el proceso de cambio de Borja-Villel se ha leído, preferentemente por algunos en clave política –por más que MBV tuviera su periodo de dirección caducado y vencido, y por ello, la sustitución entrara dentro de los procesos normales de sustituciones en las instituciones culturales y sus renovaciones periódicas– como demuestra el apoyo explícito y remarcado de 'los abajo firmantes' que contrastan con otras posiciones –no menos relevantes– contra MBV, como la de Andrés Trapiello o Elena Vozmediano, o tibias, como la de Azúa. Abajo firmantes villelistas, heridos en su visión artística y cultural, como señalaban en la doble página de solidaridad publicada el día 1 de febrero, a doble página en El País. «Es tarea de la comunidad hacer frente a los ataques que se han producido, para asegurar la continuidad de la labor realizada y su desarrollo futuro». Y ahí está el problema y el matiz, en 'asegurar la continuidad' que MBV no sostuvo en su llegada hace 15 años. Contrasta la locuacidad airada suscitada en los firmantes –que, por cierto, no ha sido la primera en el CNARS– con el silencio producido en su día con la sustitución de otro director –este sí cesado y no vencido el mandato– como fuera Juan Manuel Bonet.
De igual forma que contrasta el silencio ¿melancólico, cómplice o ritual? sobre el significado comercial de los eventos artísticos –Arco, también– que nos recorren en tan elevado número y frecuencia, donde la excepción de todo el acatamiento –como tantas otras veces– haya venido de la mano, nunca mejor dicho, de El Roto y sus 'Escenas improbables', 'Grafiteros alfabetizados', 'Artistas penitentes', 'Cuadro cepo' y 'Arte aún más joven'. Junto a la reflexión de Miguel Ángel Hernández, en su texto ¿Qué tal Arco este año?. Pues eso, «mucho mejor» o «más de lo mismo».

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