José Rivero

Doble Dirección

José Rivero


La vuelta al mundo

25/01/2023

Frente al mundo visible de Julio Verne, más literario e imaginativo –La vuelta al mundo en 80 días o incluso, Viaje al centro de la tierra, o Viaje a la luna–, proponemos y nos proponen cada año a fines de enero, el mundo ficcional–y cada vez más virtual, puro Metaverso– de las grandes ferias de turismo como la cita anual de Fitur y que por extrañas paradojas se solapan y continúan con el otro gran foro como es el WEF, o Foro de Davos en honor a la ciudad donde se organiza y que para algunos es un encuentro de economía virtual con 2.600 participantes, aproximadamente, que colapsan los aeropuertos cercanos al viajar, mayoritariamente, en aviones privados y privadísimos sin riesgo de incumplir las zonas de bajas emisiones que afectan al común de los mortales. 
Esos participantes de la WEF son líderes políticos, líderes económicos y un 10%, aproximadamente, periodistas y medios de comunicación que deben dar cuenta de lo acontecido. Hay quien opina que también importan los líderes ocultos, sin presencia, pero con dirigencia y determinación en los acuerdos, ventas y comunicaciones. De momento en el WEF de Davos no hay público mirón, ya sea asistente ya sea visitante. La similitud de WEF y Fitur procede –más allá de los asuntos propios tratados en sus respectivos protocolos– en el carácter de realidades virtuales y en el despliegue de esa suerte de alfombra roja o pasarela de la propaganda de la economía y del turismo, que cada vez son la misma cosa, en la medida en que el turismo –como sector industrial y económico– ya ronda el 13% del Producto Interior Bruto y por eso merece un respeto contable, pese a tanta invisibilidad. 
Todo ello, con la salvedad de la tangibilidad visible de los asistentes –en Fitur, gran parte de público son concejales, consejeros del sector, alcaldes, presidentes de Diputación y de los Cabildos Insulares, ministro del ramo y presidentes autonómicos. Sin contar con empresas públicas y servicios similares, junto al séquito de asesores, asimilados y gabinetes de prensa institucional, que también suelen desfilar, por lo que el público de a pie se ve muy reducido. Pero pese a todo ello, estamos cerca de esa vuelta al mundo en cuatro días. 
Tratan, todos ellos y sin distinción de coloración política, de vender las bondades locales, provinciales, regionales y nacionales– para los pocos extranjeros que asistan y que estén en la promoción de las Bahamas o del bajo Egipto– de cualquier naturaleza: cultural, enológica, gastronómica, paisajística ya finanzas, ya turismo programado.