Pedro Calvo Hernando

APUNTES

Pedro Calvo Hernando

Escritor y periodista


Admiro a Cataluña y al resto de España

03/02/2021

Me cuesta muchísimo admitir que el bloque independentista catalán cree de verdad que puede conseguir la independencia si tenemos en cuenta que, como mucho, esa inclinación política es compartida siquiera por un poquito más de la mitad del electorado. No me imagino, y creo que eso le ocurre a la inmensa mayoría de ese electorado, que la independencia solamente la conseguirían en el caso de que fuese querida por la inmensa mayoría, o al menos por una mayoría muy apreciable, pues de lo contrario, sería inimaginable. Y lo digo desde una perspectiva neutra por mi parte.

Neutra porque me considero muy respetuoso con la voluntad del pueblo, lo que incluye la necesidad de que sea una mayoría de gran peso la necesaria para una decisión de ese calado. Lo contrario crearía una situación impensable e insostenible, ya que lo que se juega es nada menos que el ser o no ser. Y pienso, además, que la inclinación independentista de una inmensa mayoría del electorado haría inimaginable que no se produjera el cambio, pues tal cosa sería insostenible o duraría cuatro días mal contados y se produciría esa situación insostenible.

Estoy convencido de que la única salida posible estaría en la llegada a una solución negociada con gran inteligencia y generosidad que hiciera viable la solución adoptada, pues de lo contrario se crearía una situación del todo imposible, que sería impracticable y que pondría patas arriba la convivencia en paz y libertad. Vamos a ver los resultados de las elecciones del 14 de febrero antes de emitir juicios definitivos y de sacar conclusiones practicables de lo que haya de hacerse. Pienso que predominará en todo caso la inteligencia y la administración racional de los resultados.

Pero quiero insistir en que todas las encuestas dan siempre unos resultados similares, que obligan a un entendimiento inteligente, pues otra cosa es inviable e inimaginable. Y afirmo que no hay más salida que el respeto profundo entre los sostenedores de las posturas diversas, lo que llevará a la verdadera solución, inteligentes y capaces que no puede salirse de las condiciones y límites que acabo de esbozar y que hacen impensable cualquier otro intento o salida que llevaría las cosas a un terreno inimaginable.

Ya sé que el tema es delicado y que es preciso tratarlo con el respeto absolutamente necesario. Lo contrario no tiene sentido ninguno y además no va a producirse, porque todavía no nos hemos vuelto locos ni tontos. Y todavía menos al tratarse de Cataluña, que alberga a unos millones de ciudadanos en unos grados altos de inteligencia y de sentido común. Yo admiro a Cataluña y a los catalanes, como al resto de las CCAA y de sus ciudadanos, lo que no significa ignorar sus específicos modos de ser y de pensar. España es como es y sería necio pensar o decir otra cosa.