Javier D. Bazaga

NOTAS AL PIE

Javier D. Bazaga


Mucho más que perder

28/05/2021

La intención del Gobierno de Pedro Sánchez de indultar a los presos del procés esta acaparando toda la actualidad esta semana. El Ejecutivo empezó a allanar el camino con esta decisión que iba a contar, con toda seguridad, con el rechazo de la oposición e, incluso, dentro de las propias filas socialistas. Es una de las condiciones exigidas por los socios de la investidura de Sánchez, que estaba encima de la mesa, pero se ha acelerado con la formación de un nuevo gobierno en Cataluña. Sánchez apela a la «concordia» para justificar esta medida de perdón, como un valor constitucional frente a la «venganza» o la «revancha». Pero el Tribunal Supremo le ha dicho ya en un informe, preceptivo pero no vinculante –que debe tener en cuenta aunque no le obliga–, que la medida de indulto parcial no está justificada. Es verdad que el indulto no anula el delito, como sí haría la amnistía que es lo que reclama el independentismo, pero los jueces del Supremo ponen el acento en que ni los presos están arrepentidos, ni existe la garantía de estabilidad en la convivencia de Cataluña, puesto que los separatistas están dispuestos a llegar hasta el final, e incluso a repetir los acontecimientos del 1 de octubre de 2017 con la declaración unilateral de independencia.
Sánchez apela al bien general, y pone encima ese supuesto fin al conflicto en Cataluña por encima del desgaste que va a sufrir su partido con esta medida. Y es que no parece que se vaya a poner fin al conflicto ni vuelva la estabilidad a Cataluña, por lo que hay mucho más que perder de lo que ganar. ¿Busca la estabilidad en lo que resta de legislatura con cierta paz en el Congreso con sus socios? Es posible, pero eso deja una mala sensación.
De hecho, no han tardado en sus propias filas en afear a Sánchez su intención. «Los indultos no deben tener perfil político, y menos aún que resulten parecer una transacción. En ningún caso pueden significar una cesión, porque eso es exactamente lo contrario de una medida de gracia que a mí no me hace ninguna gracia, esa es la realidad». Con estas palabras rechazó ayer el presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, la intención de Sánchez tras asegurar que «más que una medida de gracia, me parecería una enorme desgracia. Hay muchos argumentos jurídicos y políticos para pensar que la hipótesis de un indulto sea uno de los graves errores de la democracia». También Felipe González le ha dicho a Sánchez que no es buen momento para esto.
Las críticas de la oposición las damos por descontadas, era de esperar la virulencia de algunas de ellas, aunque aquí quien puede sacar mayor rédito político es el PP, que seguro explotará la idea de que el Ejecutivo vulnera competencias y se excede hurtando funciones a la justicia, o ignorándola al menos. Pero cuando son los de tu propio partido los que están viendo con recelos esos movimientos es para planteárselo. Claro que, si hacemos memoria, Sánchez le ha llevado la contraria a su partido en demasiadas ocasiones y ha sabido no solo sobrevivir –¿se acuerdan de aquel ‘Manual de Resistencia’?–, sino salir reforzado. Habrá que esperar acontecimientos.