Antonio García-Cervigón

Buenos Días

Antonio García-Cervigón


Betis, Alcaraz y Champions

26/04/2022

Otro brillante fin de semana deportivo que nos regala el gozo compulsivo de la final de la copa del Rey, con el Betis coronado por tercera vez campeón a lo largo de su historia y a un Carlos Alcaraz ya victorioso frente a Carreño. Se abre, ahora, otra semana expectante con el campeón de Liga española, que será el Real Madrid si gana o empata su partido frente al Español el sábado en Santiago Bernabéu. También los aficionados futboleros estarán pendientes de lo que haga el equipo blanco en su partido frente al Manchester City de Guardiola esta tarde-noche.
Pero antes, brevemente, ofrezcamos la opinión del encuentro que ha contado con singularidades dignas de resaltar en la noche del pasado sábado. Los dos clubes, Valencia y Betis, ofrecieron un partidazo de los que crean afición. Un espectáculo inenarrable ofrecido desde el graderío del estadio de La Cartuja de Sevilla por los aficionados de ambos equipos: cánticos de calor para uno y otro equipo, encenagaría variopinta de banderas y bufandas mostradas con orgullo, respeto caluroso entre los hinchas más furibundos y pasión controlada. Por fin, una final en toda regla comparada a la de otros años, con pitada a los símbolos nacionales, sobre todo, cuando se interpretaba el himno nacional de España. Un auténtico dislate y despropósito que una y otra vez, era criticado por la mayoría de los españoles, pero nadie, ninguna autoridad política, puso remedio al asunto. 
Buena parte de nuestra sociedad tenemos asumidos que el himno nacional, el escudo y la bandera que figuran en nuestra Constitución son símbolos propios de la institución castrense. No tenemos hábitos de patriotismo, como tampoco nos sobra la buena educación. Hemos visto con asombro del bueno, como espectadores de otros países en determinados espectáculo, deportistas y aficionados han lucido con orgullo sus banderas y ahí los tienen, con su mano cerca del corazón cuando suena su himno. Dicen que si en España se hiciera una encuesta para saber si nos sentimos patriotas habría una abrumadora mayoría de afirmaciones. Pero del sentimiento a la práctica va un abismo. Para ejercer de patriota no basta con proclamarlo, sino hay que ejercitarlo en la vida diaria. En la ciudad natal de uno, como parte integrante del pálpito o allá donde habitemos con nuestro trabajo y dedicación con ánimo y generosidad. Así comenzaremos a practicar el patriotismo más elemental y, además, constitucional. Tiempo vamos a tener de emocionarnos con nuestros mejores deportistas, entre ellos, ya figura como una estrella rutilante el mencionado Alcaraz que ha conquistado el tercer título del año y se ha colocado noveno del mundo en la lista del tenis mundial. Se ha llegado la comparativa con Rafa Nadal que guarda similitud cómo la comenzaron, pero nada más. Tiene una carrera de muchos años para alcanzar al, hasta ahora, mejor deportista mundial con la raqueta. Admirado por sus compañeros que aprecian de él su talante y profesionalidad, además de su deportividad de la que es número uno. Ya te dijo Nadal que llegarán muchos triunfos, admirado Carlos. Y para esta noche, suerte para el Real Madrid. Y en esas estamos.