Publicaba Santos Juliá, en 2014 , el trabajo Nosotros los abajo firmantes (Una historia de España a través de manifiestos y protestas 1896-2013) que ha vuelto a cobrar plena actualidad con el otro manifiesto de este año de 2021, por más que las circunstancias históricas de algunos de los manifiestos solidarios y políticos del pasado, aportados en el texto, tengan poco que ver con la situación actual y por mucho que se esfuercen en desmentirlo algunos firmantes de la nueva hornada de manifiestos en la medida en que no es lo mismo una proclama civil suscrita en plena dictadura rampante que un manifiesto político firmado en democracia sonante, por imperfecta que sea.
Me refiero con todo ello, al manifiesto denominado Ahora sí, suscrito (en el momento de su lectura) por 2.073 abajo firmantes y encabezado por las escritoras Elvira Lindo, Almudena Grandes y Marta Sanz –todas colaboradoras habituales del diario independiente El País y escritoras reconocidas en sus ideas declaradas– entre otros notables de menor calado y personas del montón –por más que anoten tras su nombre, su profesión u ocupación real o virtual: como jubilado u obrero– a propósito de las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid del próximo 4 de mayo, que se han convertido –tras los últimos incidentes, percances y abandonos de mesas de debate– en un campo de batalla cuajado de minas. 
Elecciones en las que la temperatura del enfrentamiento político amenaza con el punto de ebullición de la olla político-electoral, y en las que parece dirimirse –por la vehemencia desplegada entre los interlocutores y protagonistas, hasta el pausado Gabilondo ha perdido la mesura predicada hasta ahora– el fin del mundo tras los denominados como «26 infernales años» por los firmantes del referido manifiesto ¿final o fundacional? Todo ello trae causa de las consignas desplegadas –primero por Díaz Ayuso– ‘Comunismo o libertad’, y después –por Ángel Gabilondo y Pablo Iglesias– ‘Democracia o fascismo’, para reforzar la confrontación que nos recorre y ocupa. Confrontación que retroalimenta el manifiesto Ahora sí, del cual cabe preguntarse ¿Cuál es su funcionalidad y cual su eficacia? En momentos en que los cauces de participación política de los ciudadanos están garantizados por los partidos políticos mismos, y la opinión de algunos de los firmantes es de sobra conocida, manifiestos como este verifican sólo lo afirmado irónicamente por Andrés Neuman en su libro Barbarismos, a propósito de la voz Izquierda. «Ideología política que parece irreconocible hasta que gobierna la derecha». De la misma forma que por intelectuales, debemos de aceptar que son los «individuos convencidos de ser los últimos de su estirpe».