Amigo Sancho, espero que al recibo de ésta te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios. 
El pasado fin de semana se dieron una serie de circunstancias, en distintas facetas del deporte, que de alguna forma nos pueden servir de ejemplo, unas para aprender y otras para rectificar o saber avanzar cuando viene el aire de cara. Todas ellas se pueden relacionar con nuestro Manchego y nos pueden valer para darnos ánimos.
Empezando por el fútbol, al Real Madrid le dan por muerto en la liga tras empatar en casa con el Betis, el Atlético de Madrid perdía en Bilbao y el Barcelona, que estaba a 12 puntos del líder, puede ponerse primero mañana si gana al Granada. ¡Vaya vuelco!
Este vuelco es el que tiene que provocar el Manchego en las dos siguientes jornadas frente a Villacañas y Guadalajara, tal y como lo hizo Rafa Nadal en la final del Conde de Godó frente a Tsitsipas, futuro número uno. El balear tuvo la fuerza de voluntad y fe suficientes para revertir esa situación e imponerse en la final.
¿Tenemos nosotros la fuerza y la creencia de que podemos acabar entre los dos primeros a pesar de que solo nos quedan dos cartuchos, o pensamos que esto está todo hecho y para qué seguir alargando la situación? 
Personalmente, y lo vengo diciendo toda la temporada, yo sí confío y creo en la plantilla del Manchego. No obstante, estoy preocupado por la situación, sabiendo que perder el sábado significaría despedirnos de todo. Pero, ¿vamos a perder? ¿Vamos a ser tan débiles de no creer en nuestras fuerzas? Yo sí creo, y pienso que nos vamos a dar una gran alegría dentro de dos semanas en Guadalajara, amargándoles la miel a los de La Alcarria.
Bueno, Sancho, nada más por hoy. Recibe un abrazo de éste tu amigo que lo es.