Antonio García-Cervigón

Buenos Días

Antonio García-Cervigón


Las vacunas, signos de esperanza

09/03/2021

El alcalde de La Solana, Luis Díaz-Cacho, y la ACAZ tenían ya programado, con toda la ilusión del mundo, el 90 aniversario del estreno de La rosa de azafrán en el teatro Calderón de Madrid. Ya se habían cursado las correspondientes invitaciones para el acto académico-musical que rememoraría aquel 14 de marzo de 1930. Allí estaría una embajada solanera a la que se le uniría responsables políticos de todas las administraciones del Estado, personajes de la Lírica, cantantes, músicos y responsables de varias fundaciones. Se contaba, además, con la colaboración brindada por los mandatarios del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. Fue Manuel Lagos el que puso al habla con el gerente-director del citado coliseo madrileño, Carlos Bofill, que habló, nada más establecida la comunicación, de sus experiencias solaneras en varias Semanas de la Zarzuela, representando diversos personajes del repertorio lírico. Con él, la ACAZ dispuso toda la logística necesaria para la jornada e incluso los más mínimos detalles , entre ellos, los obsequios que en la quincuagésima representación -función dedicada por los autores a la localidad que inspiró su obra- entregaron a la entrada varias mujeres ataviadas de manchegas: cominos y azafrán. 
Ya se hablaba de la pandemia que llegaba de China y anunciada por la Organización Mundial de la Salud, entre la ignorancia y la perplejidad. Corrían ya rumores de que la cosa pintaba con visos de preocupación, tanta que precipitó la suspensión de la cita cultural con el acuerdo de organizadores, adelantándose días a lo que nos llegó el 14 de marzo, cuando el Gobierno decretaba el estado de alarma. Ahora se cumple el año de la mortífera pandemia del coronavirus que se ha llevado por delante a muchos seres queridos y parte de nuestra riqueza económica. España ya ha vivido tres olas de la pandemia, la última especialmente virulenta. Las vacunas que han aparecido en el horizonte sanitario son para muchos productores dedicados a la Cultura signos de esperanza. El gerente-director del teatro Caderón, el mencionado Carlos Bofill, está contento porque «la Cultura no se ha parado en Madrid, mientras que otros países europeos sí bajaron el telón». Afirma que ya se han iniciado la preparación de las producciones que se presentarán en septiembre, referidas a grandes espectáculos que mueven más de 100 personas, grandes musicales y artistas de éxito seguro: Sara Baras en el Calderón; el de Antonio Banderas, el mago Pop en el Nuevo Apolo; Grease en el Nuevo Alcalá; Ghost en Gran Vía y La historia interminable… Tiene claro que si en septiembre u octubre, si todo va bien, la temporada irá en alza y se habrá salvado, y posiblemente con el aforo completo, «y si no, habrá que esperar un año más». Ahora Madrid cuenta con terrazas abiertas, cines y teatros, pero la pandemia es una barrera para los turistas de otros países. Las vacunas que ya se aplican en todo el país son signos de esperanza. Y en esas estamos.