Miguel Ángel Jiménez

Comentario Dominical

Miguel Ángel Jiménez


Un san Valentín para enamorados

12/02/2021

San Valentín murió mártir en Roma, en la vía Flaminia, en el año 269, en la persecución de Aurelio. Cuenta una tradición que arriesgaba su vida para casar a las parejas de novios cristianas. Al fin, él mismo murió por amor a Jesucristo, confesando la fe, entregando su vida en martirio. Porque el amor va unido al sacrificio, a la entrega generosa de la vida, a descubrir tu corazón y tu intimidad en los ojos de alguien distinto. Compartir lo que tienes y lo que eres con otros, con otro, con Otro.
Sentimiento traído y llevado como justificación de conductas y de hábitos. Destruye personas, la propia y la ajena, si las deja al albur de las apetencias físicas, de necesidades y dependencias insanas, de egoísmos centrípetos. Supuesta libertad que esclaviza y que hace de las personas meros objetos utilizados. Un entrecomillado amor que cosifica, que fagocita, que rompe, destruye y tira. Cuantos silencios llenos de lágrimas. Entonces, ya, con herida profunda, se descubre la verdad de lo que tiene que ser. Por eso, las segundas oportunidades nos hacen, por resabiados, sabios, alumnos aventajados de la vida sufrida.
El amor, el verdadero, es el que descubre al otro como el centro de toda la existencia. No es sentimiento a merced de lo que sopla; es confianza mutua, respeto, sinceridad, comunicación, perdón. También pasión, ilusión, brillo, arrebato y frenesí.
Amor el de san Valentín. Amor el de los enamorados. Amor de matrimonios, de un día, de una eternidad. Amor para construir cada día juntos.