Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


Pedrin Hood

14/07/2022

Pedro Sánchez ha concluido el Debate sobre el Estado de la Nación disipando una de las dudas que teníamos sus más fervientes admiradores. Y es el héroe que encarnaba en estos felices años veinte que nos ha tocado vivir. Algunos pensábamos que era Clark Kent y Superman por su planta y figura; otros, en cambio, hablaban del Chapulín Colorado, por su pacto famoso con Podemos; sin embargo, ha tenido que ser este debate el que nos saque de dudas y confirme que estamos ante un auténtico Robin Hood hispánico. Pedro no ha dudado en encaramarse a los bancos como los gorilas y a las eléctricas igual que los pájaros a los cables de la luz. Ha dejado abierto el imaginario popular para que pensemos que un nuevo Juan Domingo Perón ha conquistado el Palacio Rosado de la Moncloa. Hay que robar a los ricos para dárselo a los pobres. Tan sencilla la receta y tan efectiva. Como darle a la máquina de los billetes que con tantas orejas ha aplaudido Europa. Ahí tienen el resultado, el euro por debajo del dólar.
Pero volvamos a los superhéroes, que son quienes nos interesan. Sánchez ya ha encontrado su parámetro, Pedrin Hood, el hombre que asaltaba las diligencias para orgullo de viejecitas y pobres. Solo que en esas diligencias también iban viejecitas y pobres que han perdido los ahorros en una mañana, con una caída de la Bolsa sin igual. Ya llegó el chavismo, qué alegría, qué alboroto. Sánchez ha descubierto la pólvora y el azufre. Qué no haría España sin este gobernante asombro de la OTAN y la gramática parda. Pedrin Hood, nuestro héroe verde, que quita a los ricos para repartir miseria a los pobres. Porque, llámenme tonto, pero igual resulta que las eléctricas y los bancos repercuten los impuestos en los clientes. Qué jolgorio y qué algarabía con una inflación del diez por ciento. Y la izquierda aplaudiendo amarrada al pesebre, ese mismo que pagamos todos. ¡Bravo, bravo!
Pedrin Hood es el héroe de nuestro tiempo, que lo mismo vale para un roto que para un descosido. Pedrin Hood es el héroe de la OTAN, que igual enseña un cuadro a Biden, como la ley de memoria democrática a Bildu. El héroe guiando al pueblo en la senda de la ambivalencia. Lo mejor es su versatilidad, principios vendo que para mí no tengo. La izquierda de este país se declara así volátil, dispersa, atendiendo a criterio y conveniencia. Yo creo que a Sánchez lo define el color verde, más que el rojo. Como dijo Arrimadas ayer, la mejor del debate sin duda, los españoles tenemos que pagar los complejos de Sánchez y las nucleares. Se han cargado el diésel con la talibana Ribera por delante y ahora proponen su fórmula redonda para el ahorro energético. Bajar el aire acondicionado y la calefacción, las cartillas de racionamiento que ya predijo el propio Sánchez, como muy bien recordó Abascal.
Nos queda que Sánchez se ponga una caperuza igual que Robin Hood, pero no le hace falta porque se tiñe como Lady Grecian. En su encontronazo con Rufián descubrimos su talón de Aquiles. Mientras el catalán le enseñaba las balas, le dijo que no lo llamara racista; no que no lo llamara asesino. Son las cosas de nuestro hombre y el postureo. Lo más bonito ha sido su empatía con las clases medias trabajadoras, las mismas que han dejado de existir con su gobierno. Page, que sabe de qué va esto, salió ayer pronto al quite para decir que se dediquen los impuestos a las pymes, esas mismas que ya están al borde del óbito. Porque Pedrin Hood ya casi lo ha conseguido. Ha creado un estado chavista de cuatro elites y una masa de alpargatas. Enhorabuena.