Miguel Ángel Jiménez

Comentario Dominical

Miguel Ángel Jiménez


El sentido de la vida

24/06/2022

He tenido la suerte hace unas semanas de asistir a un concierto de un grupo, un quinteto. Vigüela. Ese es su nombre. «Jota, fandango y seguidilla son sus argumentos. Voz, madera y piel son sus activos». Así se dicen ellos mismos. Son las músicas y las voces de nuestras raíces, de nuestra historia. Pueblos y ciudades. Personas. Cuántas personas habrán cantado y tocado eso mismo a lo largo de la historia. Agricultores, segadores, pastores… Cuántos en nuestras tierras de Castilla, de Andalucía, del levante valenciano, de las bravas costas catalanas, de los orientales extremeños. En Aragón, Euskadi, Cantabria y Galicia habrán mirado al cielo y habrán permitido que los más nobles y profundos sentimientos y las más cotidianas vivencias puedan ser expresadas en música, instrumentos y silencio. 
Y los veo tocar y cantar. Disfruto mucho. Una puesta en escena sincera y sencilla. Instrumentos, voz. Canción y corazón. Raíces. Historia.
Y me abstraigo. Pienso en el sentido de la vida. Que cinco dediquen sus vidas a investigar sobre las canciones de nuestra historia. Que las canten. Que recorran medio mundo siendo aclamados. Y todo, ¿para qué? ¿Qué sentido tiene la vida? ¿Qué sentido hacer lo que haces? ¿Tú? ¿Yo? 
El sentido es ese momento. Disfrutar tocando la guitarra, una sartén, el laúd, el triángulo y la botella de anís. Que te salga bien la voz, que experimentes como en cada cosa que haces hay un trozo de cielo, la eternidad inmensa entera ahí encerrada. Ese es el sentido de la vida. Hasta el radillo que un albañil coloca bien. En este presente, disfrutar haciendo bien las cosas.